Catalunya es una economía de pymes. De hecho, la pequeña y mediana empresa da trabajo a casi un 69,9% de los ocupados catalanes. El ecosistema de la pyme catalana muestra un crecimiento constante y unos buenos indicadores, según el Anuario de la Pyme Catalana, que presenta los resultados económicos y financieros del periodo 2012-2016, presentado hoy por la patronal Pimec.

En datos del 2016, Modesto Guinjoan, director del Observatorio de Pimec, asegura que la pyme representa el 58,9% del valor añadido bruto en la estructura de la economía catalana, delante del 36,5% que aporta las grandes empresas y el 4,6% de los servicios de no mercado.

"El 2016 fue un buen año, tanto en exportaciones como en creación de empresas. La presencia de las pymes es muy grande a todos los sectores y el empleo creció", asegura Guinjoan. En el mismo sentido, Joaquim Ferrer, secretario de Empresa y Competitividad de la Generalitat, ha asegurado que "los datos del 2017 también fueron muy buenos pero las que tenemos del 2018 también siguen esta tendencia positiva".

Con todo, en el sector primario, la pyme crece un 13,2% del valor añadido bruto (VAB) de la economía; un 2,6% con respecto a la industria, un 6,9% en construcción, un 2,9% en servicios y un 3,3% del total.

Empleo en las pymes y tarea en formación

La tasa de empleo en las pymes catalanas aumenta en todos los sectores. De entrada, el aumento mayor entre el 2015 y el 2016 se da en el sector de la construcción, con una variación del 7,2%. En servicios, el aumento es de un 4,5%, en el que destaca especialmente el ámbito de la hostelería y la restauración (6,4% del total). El sector primario aumenta un 2,3% el empleo, y la industria un 2,1%, en el que destaca la industria química.

Con todo, el presidente de Pimec, Josep González, asegura que "todavía hay mucho trabajo a hacer en formación", ya que varios estudios demuestran que las empresas tienen cada vez más dificultades para encontrar trabajadores que se avengan a sus necesidades.

"El sistema educativo no va tan deprisa como los cambios en las empresas", asegura a González. "El talento que hay en las universidades" tiene que cambiar la manera de formarse, explica. "Tiene que haber una manera de estimular el gran talento que hay en las universidades para acercarlo a las pymes".

Con todo, Modesto Guinjoan asegura que "no se tiene que focalizar sólo en términos de dimensión" el crecimiento de las pymes, ya que "si nos fijamos, el año 2003 las empresas más dinámicas tenían unas dimensiones mucho más pequeñas -en porcentaje de empleo- que las menos dinámicas".

Por otra parte, el informe también evidencia que la productividad por ocupado está estancada, con una variación del 2015 en el 2016 de un -0,9%.

Crecimiento de la rentabilidad

En rentabilidad, Guinjoan asegura que la pyme catalana ha aumentado en el periodo 2012-2016, pasando de una rentabilidad de menos del 1% los peores años de la crisis, hasta un 7,7% en el 2016, en términos de resultado neto total.

La "dinámica de la rentabilidad económica y financiera también muestran una dinámica positiva", llegando hasta el 6% con respecto a la económica y hasta el 10% la financiera. Esta mejora de la rentabilidad es debida, según el informe, por una gran mejora de los márgenes y del coeficiente de endeudamiento.