El Puerto de Barcelona ha registrado un beneficio neto en el primer semestre de este 2019 de 21,3 millones de euros, lo que supone un descenso de las ganancias del 25% respecto a los primeros seis meses del año anterior, debido a varias provisiones y extraordinarios, y la cifra de negocios se ha situado en 85,5 millones, un 2% menos.

Lo han explicado este jueves en rueda de prensa la presidenta del Puerto de Barcelona, Mercè Conesa, que, acompañada del director general del enclave, José Alberto Carbonell, ha explicado que, sin los factores extraordinarios el beneficio, habría registrado un incremento del 2%: "Cuando extrapolemos estos gastos al resultado global el impacto será mucho menor".

El 'cash flow' operativo de enero a junio ha sumado 47,6 millones de euros, lo que significa un 6% menos que en el mismo periodo de 2018, y el Puerto de Barcelona ha reducido su deuda con el Banco Europeo de Inversiones (BEI) un 30%, y se sitúa en los 196,7 millones de euros.

Conesa ha destacado que el comercio registrará en los próximos años una desaceleración, hasta el 2,6% en el comercio internacional y hasta el 2,5% en el transporte de contenedores en 2019, debido a la incertidumbre generada por la guerra comercial entre Estados Unidos y China, el Brexit y políticas proteccionistas.

Ha explicado que estas circunstancias han moderado el crecimiento del Puerto, que ha registrado un crecimiento del 2% en tráfico total en el primer semestre, con 34,4 millones de toneladas: "Consolidamos estos crecimientos extraordinarios --de años anteriores--, vamos hacia un crecimiento más moderado, que será lo que veremos en los próximos años. Seguiremos creciendo pero de forma más moderada".

46 millones de beneficio en 2019

El Puerto de Barcelona prevé cerrar el ejercicio con un beneficio neto de 46 millones de euros, un 14,3% menos, y una cifra de negocios de 174 millones, un millón más que en 2018, ha explicado Carbonell. Conesa ha señalado que los resultados obtenidos son satisfactorios teniendo en cuenta la reducción de la cuantía básica, las provisiones y el dragado del puerto: "Es un crecimiento positivo, será la tónica que tendremos en los próximos cinco años", ha augurado, y ha previsto un repunte en 2023 por la entrada en funcionamiento de las nuevas terminales.

Ha valorado que, después de dos años de importantes crecimientos y de un posicionamiento del puerto en relación del desarrollo de todas sus capacidades de explotación, en 2019 se ha visto cómo el salto de escala del enclave portuario "está consolidado y va hacia a una moderación".

Mercancías

En el primer semestre de este año, el Puerto ha experimentado un tráfico de contenedores de 1,71 millones de TEU --medida equivalente a un contenedor de 20 pies-- (5%), las importaciones también han crecido un 5% gracias a mercados como Asia, Estados Unidos, Turquía y varios países de África Occidental, mientras que las exportaciones han registrado un descenso del 6% debido a la reducción de ventas de la alfalfa y los plásticos.

El incremento de los contenedores responde al buen comportamiento del transbordo, que ha aumentado un 12%, y de los líquidos a granel (6%), que han alcanzado los 8,3 millones de toneladas, especialmente por el gas natural (21%), el gasóleo (28%) y los biocombustibles (149%).

Autopistas marítimas

Carbonell ha atribuido el decrecimiento a la reducción del 2% de las mercancías transportadas a través de las autopistas del mar -'short sea shipping'-, ocasionada por la reducción de capacidad de transporte entre Barcelona e Italia porque los barcos han pasado por los astilleros, y ha explicado que han canalizado un total de 75.811 unidades de transporte intermodal (UTI).

Las otras dos causas han sido el descenso del 9% de transporte de vehículos, hasta las 416.638 unidades, y el decremento del 7% de los sólidos a granel, que han caído hasta los dos millones de toneladas. Hasta junio, el Puerto de Barcelona recibió 1,86 millones de pasajeros, un 4% más, con un repunte del 10% en el caso de viajeros de ferris y en un 2% en el de cruceros.