El proyecto de presupuestos del PSOE ha dejado al empresariado catalán con un sentimiento agridulce. Por una parte, se levantan las sospechas que, "como acostumbra a pasar", las inversiones presupuestadas no se acabarán ejecutando al 100% "por mucho que se aumente la inversión". De la otra, aunque en general elogian el aumento en gasto social, parte del empresariado catalán considera que "la inversión en el ámbito productivo queda corta".

"Es bueno que se presenten presupuestos y se aprueben porque aporta estabilidad", asegura Àngel Hermosilla, economista y gerente del área institucional de Pimec. De todos modos, "la inversión en el ámbito productivo queda un poco corta si queremos que el Estado del Bienestar funcione", aseguran desde la patronal de Josep González.

En esta misma línea se entona la crítica de la Cecot. En declaraciones en El Nacional, su presidente, Antoni Abad, explica que el país "tiene que empezar a entender que hace falta que el futuro lo diseñen los empresarios junto con los políticos", y no que sólo nos escuchen. "La competitividad del país pasa por la competitividad de las empresas, y no podemos quedar al margen".

Desconfianza a la ejecución

Ya lo decía ayer Miquel Valls, presidente de la Cámara de Comercio de Barcelona: "Desgraciadamente la experiencia nos demuestra que los presupuestos de inversión pueden acabar siendo papel mojado". Y es que de hecho, según los estudios de la misma Cámara, el grado de ejecución de la inversión en infraestructuras del Estado en Catalunya ha sido del 77% por término medio en el periodo 2001-2017, por debajo del porcentaje de ejecución al conjunto de las comunidades autónomas (84%).

Este es uno de los principales recelos de los empresarios catalanes: la desconfianza que realmente se ejecute lo que se promete. "La falta en inversión en Catalunya está y seguiremos contabilizando el déficit, no lo perdonaremos", asegura Antoni Abad. "No renunciemos a los incumplimientos que se registran porque nos jugamos nuestro futuro".

Con todo, el presidente de Cecot considera que "la inversión es insuficiente y no proporcionada para Catalunya, pero es mejor comparada con los anteriores presupuestos".

Sánchez no cumple con el Estatuto

El quid de la cuestión de estos PGE era, para Catalunya, la promesa de Pedro Sánchez que cumpliría con la Disposición Adicional Tercera del Estatuto que concluye que el Estado tiene que invertir en infraestructuras en Catalunya la misma proporción que la economía catalana aporta en el PIB español (un 19,2%). Una promesa que no se ha materializado, ya que la inversión en infraestructuras llega al 18,5%.

Pero "18,5% o 19%, son cifras similares". Así lo justificaba la ministra de Hacienda, Maria Jesús Montero, durante la presentación del proyecto de PGE, asegurando que sí que cumple con el Estatuto; una justificación que no ha acabado de cuajar entre los empresarios. El presidente de la Cámara de Contratistas y vicepresidente de Fomento del Trabajo, Joaquim Llansó, lo ha criticado esta mañana, en la que a pesar de celebrar el incremento de la inversión del Estado en Catalunya, ha señalado que todavía no representa el 19,2% que aporta la economía catalana al PIB español. Además, según los contratistas, entre los años 2010 y 2017, Catalunya ha recibido un 12,8% de la inversión del grupo Fomento, delante del 19,2% que le correspondería por su aportación a la economía española, "una media de unos seis puntos porcentuales por debajo".

En este sentido, Llansó ha insistido en recordar que la licitación del 2018 ha sido, como el 2017, "muy por debajo de la media histórica", lo cual muestra, según su opinión, que el "déficit" de inversión en Catalunya "empieza a ser crónico" y pide una licitación de obras "mínima, regular y recurrente de todas las administraciones" de 5.000 millones al año para Catalunya, aproximadamente el 2,2% del PIB, poder satisfacer las necesidades en infraestructuras económicas y sociales.

Por su parte, el presidente de Cecot considera que este incumplimiento "es una oportunidad para los políticos de denunciarlo, pero no es el tema de los empresarios". "Si ahora hay una oportunidad para tener más recursos -unos recursos que nos merecemos-, lo tenemos que celebrar" y avisa de que "eso no es ninguna renuncia a nada político ni a una cosa que todos queremos, que es que los presos vuelvan a casa," asegura el presidente de Cecot.

Presupuestos "cortoplacistas"

Desde Pimec, Àngel Hermosillo critica el hecho de que se trata de unas cuentas "muy cortoplacistas", ya que, según dice, "soluciona las pensiones para el 2019 pero no miran más allá". "Por ejemplo, crece la inversión en Investigación y Desarrollo, pero muy por debajo de lo que crece la inversión en pensiones, y eso no es sostenible", explica.

Al mismo tiempo, desde Pimec consideran que harían falta mejoras "con respecto al tema energético, porque nos jugamos la competitividad empresarial" al mismo tiempo que en morosidad, "que se va en buena línea pero no se hace una apuesta clara". El mantenimiento del Estado del Bienestar es también una de las críticas de Cecot: ¿"dónde están las políticas de familia? Tenemos las tasas de natalidad más bajas de Europa y no se hace nada. ¿Cómo mantendremos las pensiones y la sanidad"?

Con todo, la última palabra la siguen teniendo los políticos. En palabras de Abad, "por desgracia, estamos a la espera de ver cuál es el tacticismo político detrás de todo eso".