La brecha entre los ingresos de las familias y el precio de la vivienda se amplía en Barcelona. Y es que, según datos del Observatorio de la Vivienda Metropolitana (O-HB), el coste medio de la vivienda en la ciudad de Barcelona, sea de compraventa o de alquiler, ha incrementado más del doble que la renta de los hogares entre los años 2000 y 2018. La tendencia se mantiene en el conjunto de Catalunya, pero es más aguda en la ciudad de Barcelona donde, por término medio, los arrendatarios pagan 929,6 euros por término medio en el mes.

En total, el año pasado los hogares de del área metropolitana tenían que destinar el 43,5% del suyos ingresos a pagar el alquiler. Así lo ha explicado en una rueda de prensa la presidenta del O-HB, Carme Trilla, que ha considerado que se está llegando a un "techo" de precios en el mercado de alquiler y ha alertado que detectan un comportamiento de "burbuja inmobiliaria incipiente" en la compraventa.

"Si eso sigue así, nos vamos a un escenario en el cual cada vez será más difícil acceder a la vivienda, que es el que pasó durante la burbuja", ha advertido Trilla. Uno de los datos que incluye el informe de la vivienda en la metrópoli de Barcelona revela que, entre los años 2000 y 2018, mientras que la renta familiar disponible aumentó un 63,4%, el precio medio de alquiler lo va hecho un 127% y el de compraventa de obra nueva un 147,7%.

Aunque durante el 2018 se ha notado una moderación del crecimiento de los precios de pisos, en un 6% en alquiler y en un 4,6% en la compraventa, Trilla ha alertado de las consecuencias de un incremento continuado de los precios del mercado inmobiliario. En el caso de la adquisición de pisos, la presidenta del O-HB ha detectado un comportamiento de "burbuja inmobiliaria incipiente".

En el ámbito del alquiler, ha considerado que se podría estar llegando a un "techo" de precios porque la renta familiar ya no da para más, y eso lo refleja, dice, la contención del crecimiento de los precios en el 2018. Y es que el incremento del 6% detectado en Barcelona es menor al 9,5% que se produjo durante el 2017; unos datos parecidos a las del resto del territorio metropolitano.

Con todo, ha asegurado que para estar seguros de que se ha llegado a un "límite" hay que esperar a los datos de este año. "En el 2019 veremos si efectivamente estamos tocando este techo o no", ha dicho. Por otra parte, Trilla ha recordado que este tope sigue comportando "riesgos" y que hay muchas familias que tienen dificultades para pagar la vivienda y más si se tiene en cuenta que los hogares del área metropolitana tenían que destinar el 43,5% de sus ingresos a pagar el alquiler el año 2018.

Por otra parte, el O-HB constata que hay un "desajuste" entre la oferta y la demanda de alquiler. Según datos del portal Habitaclia, casi el 74% de la demanda se sitúa por debajo de los 1.000 euros en el mes mientras que sólo un 32% de la oferta se mueve en estos precios.

Las cifras relativas al arrendamiento cobran más importancia si se tiene en cuenta que cada vez hay más hogares que viven de alquiler: en la ciudad de Barcelona se ha pasado del 30,1% en el 2011 y al 35% el año 2017. El incremento se explica porque gran parte de los jóvenes viven de alquiler y por la reubicación de las familias desahuciadas que no podían pagar hipotecas. Por eso, ha reclamado que "más que regular" el mercado del alquiler para que no se suba el precio lo que hace falta es hacer políticas e impulsar programas para que baje. Por ejemplo, ha explicado que un hogar que cobre dos veces el salario mínimo sólo podría acceder a un alquiler pagando menos de un 30% de sus ingresos en Badia del Vallès, Montcada i Reixac, Santa Coloma de Gramenet, Ripollet y Castellbisbal.

Entre otros datos, el informe presentado este miércoles hace una radiografía extensa de la vivienda en la "metrópolis de Barcelona" y constata la "fuerte atomización" de la propiedad de viviendas por parte de personas físicas, que son poseen el 84,6% de los más de 774.000 pisos contabilizados. Con respecto a las personas jurídicas que se podrían considerar "grandes tenedores", tienen el 10,7% de los pisos. Las administraciones públicas gestionan un 1,6% del total de viviendas. Finalmente, también se ha dado una recuperación de la edificación residencial parecida a niveles de 2013.