El Gobierno ya tiene los presupuestos en el zurrón. Los han aprobado 188 diputados de once partidos, entre ellos ERC, PNV y EH Bildu. Sorprende que los diarios remarquen el carácter casi heroico de la votación, unos con un atisbo de alegría, como El País y La Vanguardia, y otros con una intensa irritación, como el trío de la derecha mediática madrileña (El Mundo, ABC y La Razón). Esta caracterización de las cuentas públicas como los trabajos de Hércules se debe a que hace dos años y medio que España prorroga los últimos presupuestos de Cristóbal Montoro, aquel ministro de Hacienda del PP. La gracia de las portadas de hoy es ver cómo presentan la cosa unos y otros.
El trío de la bencina vuelve a dar la impresión de que se han puesto de acuerdo. Explican que los presupuestos dejan al Gobierno "prisionero","esclavo", "atado" y etcétera de secesionistas y abertzales. Esta última es una palabra vasca que significa patriota y suele usarse para aludir a EH Bildu, aunque aquí, por el contexto, parece que incluye también al PNV. Los secesionistas son ERC, está claro. Queda la duda de si el PDeCAT, que también ha votado los presupuestos, se incluye en alguna de esas categorías.
Un cero a la fuga
El relato que fabrican esos diarios apuntala su clásico argumento de fondo: es un gobierno ilegítimo compuesto y/o secuestrado por las fuerzas de la anti-España, a las que se ha comprado a base de "cesiones" que costarán muy caras a los buenos españoles. Por ahí por el mundo allá, a eso lo llaman negociar, pero ya sabes, con la patria no se negocia, etcétera. Donde no se han puesto de acuerdo es en el precio de los votos secesionistas y abertzales. ABC dice que son 4.000 millones y La Razón se va a 40.000 millones. A alguien se le ha escapado un cero.
En el otro lado, El País —La Vanguardia también se apunta— construye la narrativa de la estabilidad. Pedro Sánchez ha conseguido aumentar sus apoyos parlamentarios de la investidura, insisten (La Vanguardia, un poco cómicamente, se deja llevar por el entusiasmo y califica de "mayoría holgada" una ventaja de 12 diputados. Hombre...). Moncloa no sólo ata las cuentas de 2021 sino también las del resto de la legislatura. Tampoco se olvidan de destacar el tópico de que son "los más sociales de la historia", porque cada presupuesto que se aprueba es "el más social de la historia" y, los del año que viene, claro, también serán "los más sociales de la historia".
Titular unos presupuestos no es la parte del periodismo más animada, pero es justo pedir una pizca más de imaginación, aunque este año pueda perdonarse la vulgaridad porque hacía casi tres que no se podía decir, eso de los presupuestos "más sociales de la historia". Lo echábamos de menos, como tu sonrisa.
