Según la estimación de avance que elaboran conjuntamente el Idescat y el Departamento de la Vicepresidencia y de Economía y Hacienda, el año 2018 la economía catalana modera el crecimiento hasta el 2,6%, después de tres años de fuertes incrementos (3,8% en el 2015, 3,6% el 2016 y 3,4% en el 2017). Esta moderación del crecimiento se explica, según el departamento, por un conjunto de factores externos como la desaceleración del comercio mundial, la incertidumbre del contexto global y el debilitamiento progresivo del impulso monetario del BCE. Con todo, el crecimiento medio del PIB catalán en el 2018 sigue siendo más elevado que la media española (2,5%) y supera en 8 décimas la media de la zona euro.

Con respecto a los datos intertrimestrales, el crecimiento de la economía catalana el cuarto trimestre de 2018 se sitúa en un 0,6%, una décima más que en el trimestre anterior, todo y que por debajo del ritmo de crecimiento medio de los últimos años. Al conjunto del Estado, el avance es ligeramente superior (del 0,7%), mientras que el registro para el conjunto de la zona euro es muy inferior (0,2%).

Los servicios y la construcción

El sector de servicios -el más relevante a la economía catalana en términos de su peso específico- se acelera hasta el 3,3% interanual el cuarto trimestre del 2018, tres décimas más que el tercer trimestre. Los indicadores de actividad señalan incrementos en todas las ramas, pero en particular sigue destacando el comportamiento más dinámico de las actividades profesionales, científicas y técnicas. En cuanto a la actividad turística, el número de turistas extranjeros se estabiliza (-0,8% de enero a noviembre), pero destaca el fuerte crecimiento de su gasto, que aumenta un 6,4% anual hasta el mes de noviembre.

La moderación del PIB durante el cuarto trimestre se explica fundamentalmente por el comportamiento del sector industrial, que se contrae (-1,5% interanual) por primera vez desde el inicio de la recuperación, en paralelo al retroceso del conjunto del Estado (-1,1%). La industria es el sector más expuesto en el exterior y por lo tanto es el lo más directamente afectado por la dinámica de la demanda externa, en un contexto de desaceleración del comercio mundial y de crecimiento débil de los principales socios comerciales. De hecho, el comportamiento desfavorable del sector industrial es generalizado a las grandes economías de la zona euro. Por otra parte, en Catalunya la desaceleración en las exportaciones de bienes (que aumentan un 1,9% hasta noviembre, en precios corrientes) también es indicativa de un debilitamiento de la demanda externa.

La construcción modera ligeramente la fuerte expansión de los últimos trimestres, con un crecimiento de un 4,0% interanual, por encima del resto de grandes sectores. Este dinamismo también queda reflejado en los datos del mercado de trabajo en este sector, con crecimientos bastante destacados (un 5,4% la afiliación en la Seguridad Social durante el cuarto trimestre).

El paro, el valor más bajo en 10 años

Desde el Departamento de Economía apuntan que los últimos meses la economía catalana ha seguido generando empleo a buen ritmo. Según el EPA, el empleo ha crecido un 2,3% interanual el cuarto trimestre y un 2,7% en el conjunto del 2018. Al mismo tiempo, la tasa de paro pespuntea ligeramente el cuarto trimestre (11,7%) a causa del fuerte dinamismo de la población activa, pero en el conjunto del 2018 baja hasta un 11,5%, el valor más bajo en diez años, y casi dos puntos por debajo de la tasa del 2017 (13,4%).