El británico Oliver Hart y el finlandés Bengt Holmström han sido galardonados con el Premio Nobel de Economía 2016 por "sus contribuciones a la teoría de contratos". Y es que según la Real Academia de Ciencias y el Banco de Suecia, su trabajo "introduce las bases intelectuales para diseñar políticas e instituciones en muchas áreas, desde legislación sobre bancarrotas a constituciones políticas". De esta forma, queda otorgado el premio de Economía, el quinto Nobel del año, dotado con 8 millones de coronas suecas, lo que equivale a unos 830.000 euros. ​

Más concretamente, el comité ha destacado que ambos profesores han desarrollado "valiosas herramientas teóricas para entender los contratos en la vida real" así como un "marco comprensivo para analizar muchas cuestiones diversas en el diseño de contratos". Su investigación incluye un gran abanico de posibilidades: retribuciones por rendimiento y objetivos a los ejecutivos, deducciones y copagos en los seguros o privatización de actividades propias del sector público, entre otras. A modo de ejemplo, analizan si un hospital tiene que tener financiación pública o privada o cuál tiene que ser el bonus de los directivos de grandes empresas. El objetivo de la teoría de contratos no es otro que fomentar la cooperación entre las dos partes de un contrato. En beneficio mutuo y sin "conflictos de intereses".  

De Cambridge y MIT...

El Nobel de Economía oficialmente conocido como Premio Sveriges Riksbank en Ciencias Económicas ha roto la tendencia individual de los dos últimos años. Tras los galardonados Jean Tirole (2014) por su análisis del poder de los mercados, competencia y bienestar y Angus Deaton (2015) por su investigación de los sitemas de demanda, pobreza y bienestar, el Nobel de Economía vuelve a apostar por el triunfo compartido y reitera su perfil de ganador: hombre cercano a los 67 años. Por partida doble. Elinor Ostrom ha sido la única mujer que ha obtenido un Premio Nobel de Economía y fue en 2009. 

Por un lado, Holmström. Nacido en 1949 en Helsinki y profesor de Economía en la MIT y Gestión de Empresas en la Universidad de Cambridge, ha realizado numerosos trabajados desde la década de los 70 acerca de la optimización de los contratos incluyendo incentivos o elementos ligados al rendimiento. Se trata de que el empleado actúe en beneficio máximo de la empresa. O lo que es lo mismo, que el agente maximice el principal. ¿Y cuál es el contrato óptimo? Aquél que busca y encuentra el equilibrio entre riesgos e incentivos. "Si la paga de resultados de un gestor enfatiza el flujo de caja en el corto plazo, sus acciones pueden descuidar el bienestar de la empresa a corto plazo", ha asegurado Holmström. 

...A Harvard

Por el otro, Hart. Nacido en 1948 en Londres y profesor de Economía de Harvard, investigó a mediados de los 80 la teoría contractual con especialización en los contratos incompletos y el control de riesgos. ¿En qué tipo de empresas tiene sentido económico la fusión? ¿Cómo y en qué proporción debe repartirse la financiación vía deuda y acciones? ¿Qué instituciones deberían ser gestionadas por el sector privado? Preguntas que han obtenido respuesta a modo de "contribuciones fundamentales" en el terreno de la economía ya que según Hart, "resultan esenciales para la idea de que el comercio es quid pro quo y hay dos partes en la transacción."

Tanto Holmström como Hart han sentado los pilares de la teoría contractual. "Un fértil campo" que va desde la legislación sobre quiebras a las constituciones nacionales. Desde un contrato entre empresa y empleado hasta un contrato entre el Estado y sus ciudadanos. Holmström y Hart, amigos y desde este mismo lunes, también Premio Nobel de Economía 2016. Próxima estación: Premio Nobel de Literatura.