Una treintena de proyectos de infraestructuras catalanas padecen desde hace años las consecuencias del déficit de inversión crónico por parte del Estado hacia Catalunya. Catorce obras ferroviarias y dieciséis viarias se encuentran paralizadas o retrasadas por asuntos relacionados con las partidas presupuestarias del ministerio de Fomento.

En esta lista, figuran reivindicaciones históricas como el Corredor Mediterráneo o el desdoblamiento de la línea 3 de Rodalies entre Barcelona y Vic, que lleva arrastrándose desde los años 80. También hay otros más recientes pero de gran importancia estratégica de cara a la dinamización económica de Catalunya y su capital, como por ejemplo los accesos al Port de Barcelona.

A continuación, un mapa interactivo muestra cuáles son los proyectos en curso y su estado. En rojo, se pueden ver las infraestructuras viarias. En azul, las ferroviarias.

Elaboración: Maria Macià / Datos: Conselleria de Territori

Las comarcas de Barcelona y Tarragona son las que más proyectos pendientes tienen en cuanto a transporte ferroviario, relacionados con Rodalies y alta velocidad. Se espera poder sacar adelante el desdoblamiento de varias líneas, la remodelación de estaciones principales de Barcelona o la adaptación al ancho de vía europeo.

Girona y Lleida tienen más deficiencias en el campo del transporte viario. Las carreteras leridanas afectadas más importantes son la N-230 (Lleida – Vielha) y la A-2 (Barcelona-Lleida), que esperan obras de mantenimiento y acondicionamiento. En la demarcación de Girona, las inversiones pendientes se centran en el desdoblamiento de la N-II en el tramo Tordera-Francia.

Catalunya, en la cola de la lista de Fomento

En el año 2015, el Estado dedicó a Catalunya el peor nivel de inversión en infraestructuras desde 1997. Además del déficit de inversión, el ministerio de Fomento también se ha quedado atrás a la hora de cumplirla. De los 949,5 millones de euros presupuestados, se gastaron sólo 555,9 millones.

Esta cifra representa sólo un 59%, muy por debajo de la media del conjunto de las comunidades autónomas que es del 72%.

Según cifras recogidas por la Cambra de Comerç de Barcelona, Catalunya sólo recibió en el 2015 el 9,9% del total de inversión en infraestructuras de transporte presupuestado por el Estado. Este porcentaje ha caído prácticamente a la mitad de lo que se destinaba el año 2009 -un 18,4%. Además, se encuentra muy por debajo del PIB que Catalunya aporta al Estado, que se sitúa en un 18,9%.

El calvario de Rodalies

Retrasos, averías, incidencias... Son el pan de cada día para los usuarios de Rodalies. Casi una tercera parte de estos problemas derivan directamente de la infraestructura que gestiona Adif y afectan a miles de usuarios. En algunos puntos, este déficit desemboca en consecuencias realmente peligrosas como es el caso del paso a nivel de Montcada i Reixac. Más de 160 personas han muerto por atropellos en esta población que hace años que reclama el soterramiento de las vías.

La situación ha cansado al gobierno de la Generalitat que ha llegado a denunciar Adif ante la Audiencia Nacional por los incumplimientos de presupuesto. Desde Territori, critican que de los 306 millones que se habían pactado en el plazo de 2014-2016, sólo se acabaron ejecutando un 4,2%. A esta cifra, se suman los 3.600M€ que el gobierno catalán todavía espera del plan 2010-2015.

El Corredor Mediterráneo no es una prioridad

Es una de las joyas de la corona de las infraestructuras catalanas en construcción. Su realización enlazaría toda la costa mediterránea, desde de Algeciras hasta la frontera francesa y el resto de Europa, cosa que tendría un retorno a nivel económico muy elevado. Las obras, sin embargo, están atascadas en diferentes puntos del recorrido y, en vista de las actuaciones, el Estado no tiene esta infraestructura como una prioridad.

Las principales reivindicaciones son poner fecha a la alta velocidad entre Barcelona y València, el ancho internacional hasta la frontera francesa para el 2018 o un calendario de obras realista para la doble vía de mercancías y pasajeros. De momento, el ministerio sigue incumpliendo los plazos marcados.

¿N-II, de aquí 70 años?

Todavía quedan 52 kilómetros de la carretera N-II para desdoblar entre Tordera y la Junquera que se encuentran en fase de trabajos técnicos. Desde Catalunya se pide que se acaben estas tareas durante el primer semestre de 2017, que se marque un calendario de ejecución y prioricen las actuaciones en las vías con más tráfico.

En los últimos ocho años, sólo se ha desdoblado un tramo de 6 kilómetros -entre Sils y Caldes- así que, si se sigue este ritmo, se tardarían 70 años a desdoblar los 52 kilómetros de los diversos tramos hasta La Jonquera.

Cuarto cinturón, caducado

Esta ronda tendría que unir la A-2 con la AP-7 y servir como principal vía de movilidad entre el Vallès Occidental y Oriental. De los 34,7 kilómetros que hay planteados, sólo están en funcionamiento 8 kilómetros divididos en dos tramos. La Generalitat reclama con urgencia que se acaben las obras de otro de los tramos -entre Abrera y Terrassa- que enlazaría los dos ya construidos. Según sus cuentas, esta infraestructura supondría un ahorro de 24M€ anuales en el ámbito de la movilidad.

El estudio previo para el resto de tramos pendientes -entre Terrassa y Granollers- ya se realizó, pero el retraso en la licitación del proyecto ha hecho que este haya caducado. Ahora, la Generalitat pide que sea el gobierno catalán y los entes territoriales los que definan qué estrategia es la más adecuada para dar respuesta a la movilidad en la zona antes de definir ningún trazado para la Ronda del Vallès.