Ante las consecuencias del colapso que está sufriendo Barcelona a raíz de las movilizaciones del sector del taxi y de los vehículos de alquiler con conductor (VTC), la Cecot ha puesto de manifiesto su "preocupación por el alto el impacto negativo que están teniendo a nivel colectivo y social", según ha dicho a través de un comunicado. "Creemos que la respuesta de los taxis está siendo desproporcionada y está perjudicando a diferentes sectores, en especial al del comercio y al de servicios, con caídas del orden del 25% de afluencia en Barcelona".

Las movilizaciones de estos días, igual que las que se dieron durante el mes de julio del año pasado, "no sólo afectan a Barcelona y a la región metropolitana, sino que está afectando a la economía catalana en general, en especial al turismo y a la imagen y prestigio en el exterior", asegura la patronal.

Sin embargo, desde la Cecot comparten "el posicionamiento contra el intrusismo" y por eso piden atención y propuestas urgentes que faciliten una solución a la movilización del sector del taxi. "Este conflicto ya hace demasiado tiempo que dura. Los mercados regulados necesitan actualizarse y revisarse periódicamente y en el caso del taxi hay un atraso de dos o tres años", afirma Antoni Abad, presidente de la Cecot. "No se trata de frenar las ventajas que la tecnología puede aportar al sector y a la sociedad, no tendría sentido y nos empobrecería a todo el mundo, por eso hay que gestionar la transición de un modelo regulado que ha quedado superado".

Como ya han expresado organizaciones de otros sectores, como RETAILcat, de la cual Cecot Comerç forma parte, el sector del taxi se encuentra ahora en una situación similar a la del comercio en los años noventa con la entrada de grandes operadores o en el 2000 con el e-commerce. Así, de la misma manera que el sector del comercio, "tendrá que encontrar vías para ser competitivo ante las alternativas que surjan. Muchos sectores están pasando por reconversiones y sus respuestas han pasado por el esfuerzo, la adaptación al cambio y la reinvención, sin perjudicar al conjunto del sistema", asegura Cecot.

"Nos encontramos en un momento donde la dinámica económica y la implementación de la tecnología y la innovación están generando cambios de modelos de negocio en muchos sectores, cambios en las reglas de juego conocidas hasta el momento y cambios en las percepciones de valor de las cosas. Otro ejemplo donde la irrupción de nuevas tecnologías ha afectado a los modelos de negocio habituales es el sector del periodismo y los medios de comunicación", explica la patronal.

El taxi es un sector regulado, con una expectativa de protección y de creación de barreras de entrada al oficio, para los que adquieren una licencia, que tiene un coste elevado. "Las licencias de taxi alcanzaron un precio de mercado elevado y los que las adquirieron, lógicamente, las ven peligrar. Para muchos taxistas la compra de una licencia era percibida como una inversión a largo plazo y la actividad económica los está llevando hacia una desregularización del sector. La transición del modelo es compleja y se tendrá que pactar para minimizar los efectos negativos. Hay que evitar, sin embargo, judicializar el conflicto y evitar trasladarlo a los ciudadanos".