La Confederación Nacional de Autoescuelas (CNAE) ha cifrado en unos 80 millones de euros las pérdidas en el sector por los paros de los examinadores de tráfico desde el pasado mes de junio y que se mantendrán en diciembre. Se habla con preocupación de los cierres y de las pérdidas que ha causado como una "ruina", y piden un nuevo modelo de gestión del sistema de exámenes.

El presidente de CNAE, José Miguel Báez ha apuntado que "hasta el momento se han dejado de hacer unas 200.000 pruebas de circulación, lo que supone más de un millón de horas perdidas, 100.000 permisos menos expedidos y el cierre de numerosas autoescuelas".

El problema

El presidente de la Confederación de Autoescuelas ha afirmado que "la plantilla de examinadores de la DGT está muy mermada" y ha recordado que el propio ministro de Interior, Juan Ignacio Zoido, "reconoció en sede parlamentaria que faltaban 176 examinadores". En ese sentido, ha señalado que "cuando vengan 120 nuevos examinadores en enero, se habrán jubilado otros 50, por lo que el déficit seguirá existiendo".

Según el mismo presidente, esta huelga está produciendo un grave perjuicio a los centros de Formación Vial y a los miles de ciudadanos que ven obstaculizadas sus aspiraciones de acceder a un puesto de trabajo.

Propuestas para solucionarlo

Báez ha pedido "que se mire al exterior si el Estado no puede solucionar" el problema de la falta de examinadores, como se hace en otros sectores, como sanidad, en los que participan empresas privadas. Otra de las posibles soluciones aportadas por el presidente de las autoescuelas ha sido "que se transfiera a las comunidades autónomas" esa gestión.