El Consejo de Ministros ha dado este martes el visto bueno a un límite de gasto no financiero para el 2020 de 127,61 millones de euros, hecho que supone un 3,8% más respeto el presupuesto base de 2019 establecido en 122,899 millones, año en que se rechazaron las cuentas presentadas por Pedro Sánchez.

Además, el Gobierno ha fijado el objetivo de déficit público para este año en el 1,8% del PIB, cosa que supone una flexibilización de 1,3 puntos con respecto al 0,5% todavía vigente aprobado en el 2017 y una décima más con respecto a la desviación al 1,7% que el ejecutivo comunicó el año pasado en Bruselas.

La senda para el resto de la legislatura se basa en la reducción del déficit público con objetivos del 1,5% del PIB en el 2021, al 1,2% de 2022 y al 0,9% en el 2023.

Presupuestos después del verano

Montero ha incidido en que la intención del Ejecutivo es que los presupuestos de 2020 se presenten en el Congreso "lo antes posible" pero que los tiempos que baraja el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, es que se aprueben "a lo largo del verano".

Además, ha reiterado que las cuentas serán presentadas una vez negociadas y conseguidos los apoyos políticos necesarios para garantizar su aprobación en el Pleno del Congreso y ha apelado a la responsabilidad de algunas formaciones como el PP para que permitan que puedan debatirse.

"El PP conoce la urgencia y la necesidad de dotarnos de un nuevo marco presupuestario...Podrán gustar mas o menos estas cuentas pero deben permitir que se tramiten para que luego se puedan introducir enmiendas", ha dicho tras hacer un llamamiento conjunto a todas las fuerzas políticas "porque este país no puede seguir con unos presupuestos prorrogados".