El fabricante de motos austríaco KTM y la empresa de capital de riesgo Black Toro Capital (BTC), propietaria de Torrot-GasGas, han llegado a un acuerdo que permitirá garantizar la viabilidad de la planta de Salt (Gironès). El junio pasado se anunció un ERE temporal a toda la plantilla por las dificultades económicas (se arrastraba una deuda de 23 millones de euros). KTM ha adquirido una parte de la nueva sociedad, Gas Gas Motorcycles, con el objetivo de impulsar GasGas a nivel internacional a partir de la fabricación de nuevos modelos, como la moto de cuatro tiempos y motos y bicicletas eléctricas. Esta alianza empresarial permitirá ampliar la producción de la planta de Salt que, a la vez, mantendrá la fabricación del vehículo eléctrico de Torrot.

El acuerdo entre KTM y la empresa de capital de riesgo Black Toro Capital (BTC) permitirá revertir la delicada situación financiera de la firma de motores catalana y garantizar la viabilidad de la planta que tiene en Salt de unos 10.000 metros cuadrados. La alianza comportará la ampliación del catálogo de la marca GasGas con diferentes segmentos, cilindradas y modelos. Entre las novedades, destacan a los nuevos modelos de motos de cuatro tiempos y las bicicletas y motos eléctricas (incluyendo las infantiles).

De esta manera, GasGas ampliará su catálogo debajo el paraguas comercial y tecnológico de KTM mientras que esta última aprovechará el conocimiento de BTC, GasGas, Torrot y Muving en el sector de la movilidad eléctrica urbana. Para Ramón Betolaza, socio director de BTC, "este acuerdo es una magnífica noticia porque supone un gran paso adelante del proyecto de consolidación de GasGas como líder mundial en trial, nos permite desarrollar una nueva fase de crecimiento con la incorporación de nuevos modelos de motos con tecnología puntera con el mejor socio posible para el futuro de GasGas". Y añade que esta 'joint venture' lo que hará será "garantizar un futuro brillante para la marca GasGas y la planta de Girona".

Torrot adquirió GasGas a finales del 2015 para reflotar la marca después de que entrara en quiebra. La histórica marca de motos de competición (trial, enduro y off-road) entró en liquidación y el fabricante de motos eléctricas Torrot, gracias a un acuerdo con el fondo de inversión Black Toro Capital, la compró por 9,66 millones de euros. Después de meses de tener la producción parada, la fábrica de Salt reanudó la cadena de montaje en marzo del 2016.

Durante el 2018, se invirtieron 2 millones en la fábrica de Salt para sacar al mercado su primera moto de trial eléctrica. En mayo de aquel año, además, la planta sufrió un aparatoso incendio que sólo afectó al 5% de la planta, sin estropear la estructura de la nave ni las cadenas de producción. Por otra parte, durante el 2018 también anunciaron la apertura de una fábrica en Cádiz (Andalucía) con una inversión de 16 millones.

La dificultades económicas, sin embargo, se confirmaron de nuevo hace pocos meses. Este junio Torrot anunció un ERE temporal de seis meses para toda la plantilla, formada por más de un centenar de trabajadores. La empresa acarreaba una deuda de 23 millones de euros y en el último ejercicio había sufrido una caída del 50% de las ventas (pasando de los 39,3 millones de facturación del 2017 en los 22 del año pasado). Anteriormente, dirección y trabajadores habían acordado una veintena de despidos, que se repartían entre la sección de motos eléctricas y la de competición, que finalmente no se hicieron efectivos.