El próximo Gobierno será quien tome la decisión culminante acerca de la potencial fusión de las dos entidades nacionalizadas, Bankia y Banco Mare Nostrum (BMN). A pesar de ello, el Gobierno, que sigue en funciones y no puede tomar ninguna decisión al respecto, ya ha pedido mediante el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), presidido por Jaime Ponce, el visto bueno de la Comisión Europea con el objetivo de que Bankia pueda absorber BMN integrado por Caja Murcia, Caja Granada y Sa Nostra.

A diferencia de los últimos meses, las autoridades de Bruselas han mostrado cierta predisposición a aceptar la fusión debido a las grandes ventajas que podría generar tanto la complementariedad del negocio como las sinergias de ambas entidades. La operación cuenta con el apoyo del BCE que aboga por fusiones bancarias con el objetivo de ganar en eficiencia, rentabilidad y ahorro de costes estructurales para evitar así los temidos problemas de solvencia que podrían acechar el sistema financiero y crediticio en un futuro próximo.

Salir o no salir a Bolsa  

A pesar de que la incertidumbre política está posponiendo su desarrollo, una fusión entre ambas entidades supondría el pistoletazo de salida a una posible ronda de nuevas fusiones en el sector bancario español, lo que facilitaría la recuperación de las ayudas públicas emitidas por parte del Estado, quien posee un 64% de Bankia y un 65% de BMN. Además, también podría impulsar la cotización bursátil de Bankia en la búsqueda de recuperar los niveles alcanzados con la privatización del 7,5% de su capital, a la par que evitaría la salida de bolsa de BMN en un momento donde la volatilidad se ha apoderado de los mercados. Cabe recordar que Bankia recibió 22.424 millones de dinero público mientras que BMN, en una escala mucho menor, recibió 1.645 millones.

Por el momento, ninguna de las dos entidades puede llevar a cabo ningún proceso de fusión, dadas las restricciones del programa de rescate bancario solicitado por España durante el verano de 2012. En concreto y tras cuatro años "exitosos" en los que se ha cumplido el plan estratégico 2012-2015 "tremendamente exigente", Bankia está sometida a la limitación de no adquirir nuevas entidades ni realizar nuevos movimientos hasta 2017, tal y como ya recordó el presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, en una almuerzo coloquio​ celebrado el pasado miércoles. El Ministerio de Economía en funciones encabezado por Luis De Guindos se ha mostrado partidario de la fusión pero la decisión, más allá de estar encima de una mesa en funciones, depende del próximo Gobierno. La bendición de Bruselas es ya de por sí un buen presagio de lo que pueda acabar pasando.