Más medidas ante la crisis energética. El gobierno francés ha presentado un plan de choque para atenuar el impacto de la escalada de los precios de la energía, que incluye el pago de la mitad del sobrecoste del gas y de la luz a las empresas en riesgo de sufrir pérdidas por la subida de los costes. El primer ministro francés, Jean Castex, ha especificado que todas las compañías se beneficiarán de esta medida, siempre que el gas o la electricidad represente más del 3% de su facturación y que puedan caer en números rojos este año por culpa de la crisis energética. Es decir, no tendrán nada que ver ni el sector ni el tamaño de la empresa. Sin embargo, el ministro de Finanzas, Bruno Le Maire, ha adelantado que los sectores que más se acogerán a estas ayudas serán los de la metalurgia, la industria química, el papel y el cartón, las industrias agroalimentarias y los agricultores.

El plan de choque también contempla el refuerzo de préstamos garantizados por el Estado para las empresas electrointensivas, que tendrán más flexibilidad para el aplazamiento del pago de los impuestos y de las cotizaciones sociales, así como para recurrir a los ERTE. Castex ha detallado toda una serie de "respuestas específicas" para los sectores más impactados por la escalada de la energía, empezando con el pesquero. Así, Francia financiará una reducción de 35 céntimos por litro de carburante de los barcos desde este jueves hasta finales de julio. También ha anunciado una partida de 400 millones de euros para los agricultores, sobre todo para los ganaderos, que se enfrentan a un fuerte incremento de los piensos. Finalmente, ha presentado diferentes mecanismos para el sector del transporte.

La acción francesa y la inacción española

Como ha pasado en España, la oposición francesa había reprochado que el Estado está ganando dinero con la subida de la energía mediante los impuestos. El primer ministro ha desmentido estas acusaciones y ha respondido que los 22.000 millones que se han destinado a diferentes ayudas y dispositivos para contener los precios superan con cruces los 4.500 millones de ingresos adicionales por la vía de los tributos. Las mismas acusaciones ha recibido el presidente Pedro Sánchez por parte de la derecha española. "El Gobierno se está enriqueciendo con el incremento de la luz y la gasolina. El 50% del precio de la luz y de los carburantes son impuestos", dijo el nuevo líder del PP, Alberto Núñez Feijóo.

El motivo por el cual alguien podría quejarse a Sánchez sería por la inacción respecto de la crisis energética. Los precios de gas, de la luz y, consecuentemente, del resto de productos han empezado a subir mucho desde el inicio de la guerra a Ucrania. Esto es así que el IPC se ha disparado hasta superar el 7%, una cifra que no se ha visto en los últimos 35 años. En estos veinte días de guerra, el ejecutivo español todavía no ha tomado ninguna decisión importante para paliar estos graves efectos económicos del conflicto: se ha limitado a anunciar que el próximo día 29 de marzo se bajarán impuestos de la gasolina. Mientras tanto, Castex ya ha anunciado durante el fin de semana que desde el primero de abril y durante cuatro mesas se reducirá en quince céntimos de euro por litro el precio de los carburantes a las gasolineras. Una reducción también dirigida a los profesionales y que cubrirá al mismo tiempo los vehículos que utilizan gas natural y gas de petróleo.