Foment del Treball ha tildado el 2016 de "año perdido" en materia de infraestructuras en Catalunya y es por eso que ha pedido a las administraciones públicas que vuelvan a invertir y que colaboren con el sector privado. Así lo han comunicado el president de la Comissió d'Infraestructures de Foment del Treball, Joaquim Llansó, y el director de Economía de la patronal, Salvador Guillermo, que ha apostado por actualizar el catálogo de 100 infraestructuras "básicas" con el objetivo de afrontar el déficit existente en Catalunya.

Además, también ha mostrado un gran descontento con la escasa información que hay en torno al estado de las obras y el calendario de actuaciones. Por eso, ha propuesto la creación de una Agencia de Infraestructuras de Catalunya en calidad de organismo independiente de composición público-privada que sea capaz de facilitar el cambio de modelo de gestión en infraestructuras, a la vez que selecciona aquellas inversiones que resultan más productivas y suponen un retorno social más elevado. Un ente que estaría integrado por un consejo asesor limitado a diez expertos con paridad entre el sector público y el sector privado y con el apoyo de un departamento técnico. 

Pan para hoy, hambre para mañana

Por otra parte, Guillermo ha asegurado que "la licitación pública cae de manera alarmante". Tan alarmante que la licitación oficial de obras en Catalunya ha llegado a bajar un 34% el 2015 hasta situarse en 1.157,9 millones, lo que supone el tercer peor año después del 2012 y del 2013, y un 87% menos con respecto a los 8.618,4 millones otorgados en 2008. Es por eso que Llansó ha lanzado una advertencia del "peligro" de este posible descenso, ya que según el FMI, el aumento en un punto porcentual del PIB en la inversión en infraestructuras no sólo eleva la producción en un 0,4% durante el mismo año, sino que también lo hace en un 1,5% los próximos cuatro.

"Hoy estamos pagando todavía obras anteriores. Es pan para hoy y hambre para mañana", ha asegurado Llansó. Y es que más allá de la polémica y los debates políticos, el presidente de la Comissió d'Infraestructures ha reiterado la necesidad de establecer el pago por uso a la vez que ha lamentado que el pago diferido tenga comprometido el 70% del presupuesto de la Conselleria de Territori i Sostenibilitat de la Generalitat.

100 infraestructuras

Dentro del catálogo de 100 infraestructuras básicas, destaca el Corredor Mediterrani como uno de los proyectos más atrasados que supuestamente tendría que estar finalizado desde la frontera hasta Almería durante el 2017, así como también el desdoblamiento de la NII en Girona y la N-340, o la finalización del Quart Cinturó (B-40) y Rodalies incapaz de garantizar un servicio de calidad con la inversión "insuficiente" que está recibiendo. Además, Foment del Treball también ha resaltado la necesidad de actualizar los accesos viales y ferroviarios al puerto de Barcelona, la A-27 Tarragona, Montblanc-Lleida, la estación intermodal de La Sagrera, la finalización de las L9 y L10 de Metro o la prolongación de las L1, L2 y L4, entre muchos otros.

Y es que en Catalunya circulan el 15% de las mercancías que se mueven por carretera en España, el 25% del tráfico ferroviario, el 20% de aeronaves y pasajeros de los aeropuertos y el 17% del tráfico portuario de mercancías. Unas cifras que evidencian la necesidad de recibir "como mínimo" estos mismos porcentajes de la inversión del Gobierno central. De momento, sin embargo, los presupuesto generales del Estado (PGE) para el 2016 fijan la inversión en Catalunya en un 10,6% del total regionalizado, lo que no sólo supone la mitad de su peso en el PIB de España, sino también un porcentaje inferior de la población.