La Comisión Europea (CE) elevó hoy su previsión de crecimiento para España en 2018 una décima, hasta el 2,6 %, una mejora que se justifica por el fuerte aumento del Producto Interior Bruto (PIB) en el segundo semestre de 2017 y porque el impacto de la crisis catalana ha sido limitado. De hecho, la CE sitúa la afectación de la situación catalana muy por debajo de las previsiones del Gobierno español.

"Para responder a la forma en que estimamos el impacto de la crisis catalana hemos elevado muy ligeramente nuestras previsiones de España con respecto al otoño pasado", dijo el comisario de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici, en la rueda de prensa para presentar las previsiones económicas de invierno del Ejecutivo comunitario. "Continuamos confiando en las capacidad de crecimiento de la economía española", añadió.

Bruselas ha mantenido sus estimaciones para 2017 en el 3,1 % y para 2019 en el 2,1 %, con respecto a noviembre.

Más optimista que Rajoy

La CE es más optimista sobre 2018 que el Gobierno español, que anunció que revisará al alza su previsión de crecimiento para este ejercicio dos décimas, hasta el 2,5 %, mientras que se sitúa en línea con la estimación para 2017, cuando Madrid calcula que el PIB se incrementó un 3,1 %.

El informe del Ejecutivo comunitario señala que "las consecuencias para el crecimiento de los recientes eventos en Catalunya han permanecido contenidas", pero advierte de que "los acontecimientos futuros podrían tener un impacto, cuyo alcance no puede ser anticipado en este momento".

La Comisión advirtió en noviembre de que el contencioso catalán suponía un riesgo para la economía, pero no se ha aventurado a poner cifras al posible golpe, como han hecho otras instituciones y el propio Gobierno español.

Madrid calculó en octubre que la situación en Cataluña restaría medio punto al PIB (unos 5.000 millones de euros) y rebajó su previsión de crecimiento del 2,6 % al 2,3 %, una cifra que prevé actualizar próximamente al 2,5 %.

Previsión al alza

Bruselas atribuye la revisión al alza de su previsión a que el impulso de la economía en la segunda mitad del año, tras crecer un 0,8 % y un 0,7 % en el tercer y cuarto trimestre, respectivamente, se ha trasladado a 2018 en mayor medida que lo que previó en otoño.

Señala que el consumo privado seguirá siendo el principal motor del crecimiento en España, pese a que se ralentizará según se modere la creación de empleo.

La contribución de las exportaciones, añade, seguirá siendo positiva, ya que esperan que sigan creciendo en 2018 y 2019, con tasas "ligeramente menores" a las actuales, pero más rápido que las importaciones.

Bruselas avisa, sin embargo, de que se disipará el efecto de algunos factores que han apoyado este consumo, como la mejora de las condiciones financieras o los bajos precios del petróleo.

Si se cumplen sus pronósticos, España crecerá en los próximos dos años por encima de la media de la Unión Europea, dónde las proyecciones son también más halagüeñas que en otoño: del 2,3 % para 2018 y del 2 % para 2019.

En cuanto a la inflación, la Comisión espera que el índice aumente en la primera mitad del año para descender en la segunda, debido al efecto del precio del petróleo, situándose de media anual en el 1,6 %, para volver a bajar al 1,5 % en 2019.

Las previsiones publicadas hoy por la Comisión son intermedias, sólo incluyen proyecciones de PIB e inflación, dado que el Ejecutivo comunitario ha decidido volver a su antigua metodología y publicar dos previsiones intermedias -en invierno y verano- y dos completas, con datos también de déficit, paro y deuda, -en otoño y primavera-.

Tres proyecciones al año

Desde 2012 había publicado tres proyecciones completas al año, en otoño, invierno y primavera.

En mayo se conocerán sus previsiones de déficit público para España -en noviembre las situó en 3,1 % este año y 2,4 % en 2018- y si el país logra llevar su desvío por debajo del 3 % y encaminarse hacia la salida del procedimiento comunitario por déficit excesivo.

"En nuestras previsiones de otoño (...) pensábamos que el déficit español pasaría a estar ampliamente por debajo del 3 % en 2018, así que la cuestión será la ejecución de 2017, que no conocemos hoy", dijo Moscovici preguntado sobre la cuestión.

Eurostat revelará los datos provisionales de déficit público de 2017 en abril, con lo que la CE podría hacer una recomendación para poner fin al procedimiento como pronto en mayo.

El comisario recordó que para salir del procedimiento hace falta mantener el déficit "varios años consecutivos" por debajo del 3 %, pero confió en que las cifras permitan ir por este camino, "a ser posible en primavera".