Oriol Amat (Barcelona, 1957), decano del Col·legi d’Economistes de Catalunya (CEC) y candidato a rector de la Universitat Pompeu Fabra (UPF), nos recibe en la sala de juntas del CEC. Antes de empezar nos avisa de que es optimista, que ve el vaso medio lleno. Durante la entrevista hablamos de la situación económica de Catalunya, ¿Se está gestionando bien la crisis? ¿Se ha hecho mejor que en 2008? ¿Qué se podría mejorar? ¿Cuándo saldremos de la crisis? De todo eso hablamos con Amat, que, efectivamente, tiene una visión optimista de la situación que atraviesa actualmente el país.

Oriol Amat Economista - Sergi Alcazar

Foto: Sergi Alcàzar

¿Podríamos decir que Catalunya está en crisis económica?
Hace tres o cuatro meses, a excepción de China, todo el mundo estaba en crisis económica. Ahora mismo, ya hay países que empiezan a salir de la crisis económica, como los Estados Unidos, que está prácticamente a punto de salir. Pero cuando llegas a Europa el tema va un poco más lento y, por lo tanto, Catalunya está en crisis, como mínimo desde el punto de vista del volumen de actividad, el producto interior bruto (PIB), que es la suma de lo que hacemos entre todos. ¿Y eso por qué? Porque ahora mismo todavía está por debajo de lo que hacíamos antes de la Covid, por lo tanto, no nos hemos recuperado. Entonces, si por crisis económica entendemos la caída de la actividad, que genera paro, que genera pobreza, que la gente pierde ingresos, si por eso entendemos crisis, sí, estamos en crisis económica. Ahora bien, la economía ya empieza a rebotar, de la misma manera que con la vacuna ya se ve luz al final del túnel en tema sanitario, también se ve luz al final del túnel en términos el económicos.

Para explicarlo te daré un dato de la Cambra de comerç de Barcelona que hace referencia al mes de febrero: la venta de los terminales puntos de venta de los restaurantes de Catalunya ya es más alta que antes de la Covid y fíjate en que está por encima, a pesar de tener los restaurantes cerrados por la noche. Además, te doy otro dato, también de la Cambra, las familias en Catalunya ahora tienen 20.000 millones más de ahorro de lo que tienen normalmente.

 

O sea, ¿no haber podido gastar durante un año entero ha provocado que aumenten los ahorros de muchos catalanes?
Exacto. Ahora bien, tienes que tener en cuenta que eso es el agregado de todo el mundo, pero, en conjunto, en Catalunya hay mucha gente que se ha empobrecido.

Eso te iba a decir...
Sí, la pobreza ha aumentado. Cuando coges los datos del Idescat, por ejemplo, el número de personas que están por debajo del umbral de la pobreza ha aumentado. Es decir, está aumentando la pobreza y al mismo tiempo hay gente que se está enriqueciendo. Esta gente está en sectores como el comercio electrónico, tecnologías de la comunicación y la información... en este tipo de sectores la gente se está enriqueciendo, pero tienes una gran parte de la población que se ha empobrecido, pero el conjunto, sumándolo todo, la gente tiene 20.000 millones de euros más.

Te doy otro dato. Cuando te digo que creo que habrá un rebote muy fuerte de la economía, para darte una evidencia, si nos remontamos en el mes de junio del 2020, recuerdas que se decía que la Covid en verano se despejaría y que no volvería hasta septiembre, pero que en verano no habría Covid. Dicho esto, si miramos la ocupación hotelera de junio 2020, era más alta que la de junio del 2019, lo que pasa es que en julio volvió la Covid y entonces se volvió a hundir todo.

Por lo tanto, a la que la gente pudo salir de casa...
Exacto, la gente tiene ganas de salir, la gente tiene ganas de viajar, pero teniendo en cuenta que hay una parte importante de la sociedad que se ha empobrecido mucho. De hecho, de cara a la salida de la crisis se habla de una recuperación en forma de 'K'.

La 'V' es lo que se decía el año 2008 cuando cayó la economía. Después en 2010 empezó a subir la economía... entonces muchos pensábamos, y me equivoqué, que la economía seguiría subiendo hacia arriba, pero los PIGS (Portugal, Italia, Grecia y España) volvimos a caer y acabamos haciendo una 'W' mientras el resto del mundo hizo una 'V'.

Entonces ahora se habla de una recuperación en forma de 'K', es decir, si recuerdas la letra, hay una parte que va hacia arriba y una que va hacia abajo. Por ejemplo esta mañana estaba mirando datos de exportación, el volumen del puerto de Barcelona está creciendo mucho, por encima del crecimiento que tenía antes de la Covid; por lo tanto tú tienes una parte de la economía, que está yendo hacia arriba, que está rebotando con mucha fuerza: los sectores que tienen que ver con la exportación, con la industria...

¿Sería todo el sector secundario no?
Sí, pero también el sector primario. Bueno, el agroalimentario está entre el primario y el secundario, porque es agricultura, pero lo que es la industria agroalimentaria está yendo muy bien, de hecho ha sufrido poco durante la crisis, porque era la primera necesidad durante todo el confinamiento, y después también, iban por encima del año anterior...

Oriol Amat Economista - Sergi Alcazar

Foto: Sergi Alcàzar

De hecho lo que tuvimos que dejar de consumir fue el sector de los servicios, que son los que han sufrido más la crisis...
Exacto. Hoteles, restaurantes, etc. Todo este sector es el que está peor. El sector hotelero —ahora utilizo datos en el ámbito europeo de DHS— recuperará buena parte del la ocupación durante los meses de junio y julio. Ya ocurrió el año pasado cuando el turismo recuperó la ocupación gracias al turismo interior. Por lo tanto, si las cosas siguen funcionando como esperamos, en junio, julio, —lo dijo también el secretario de Salud Pública, Josep Maria Argimon— tendremos un verano con turistas. Entonces, yo diría que pasará lo mismo que el año pasado, es decir hoteles llenos. El problema es que los hoteles han bajado mucho los precios, por término medio en el conjunto de Europa, el precio de las habitaciones de hotel ha bajado un 50%, según los estudios de DHS. De hecho mucha gente está comprando paquetes turísticos con descuentos del 40, 50 o 60%... Por lo tanto, es el sector que se prevé que sufra más porque, aunque se espera que ahora se recupere la ocupación, el precio está por debajo y se espera que tarde a recuperarse. Por supuesto los ingresos dependen de la ocupación y del precio, si este está por debajo de los ingresos no aumentan, Se calcula que este será uno de los sectores, —según McKinsey— que le costará más recuperarse, de hecho se habla de 2022 o incluso 2023.

En cambio hay sectores que ya están plenamente recuperados, como el farmacéutico, el agroalimentario, sectores a los que la crisis no ha afectado mucho. Después tenemos sectores que —si las vacunas funcionan— se recuperarán en pocos meses como la industria, el comercio. Lo que pasa aquí es que ahora tenemos el comercio tradicional y por internet, pero en el conjunto, si las vacunas funcionan el comercio se recuperará en pocos meses.

Ahora que lo mencionas ¿con la irrupción del comercio electrónico, el comercio tradicional puede desaparecer?
Aquí con el comercio tradicional están cambiando los hábitos. De hecho, se juntan dos temas, aquí hay dos trenes que han chocado. Una es la Covid y la otra es la revolución industrial. Antes de la Covid el comercio tradicional ya estaba sufriendo y la clave es que la gente está cambiando de hábitos muy rápidamente y el coronavirus lo ha acelerado todo. Antes había muchas personas que no habían comprado nunca por internet que ahora ya lo están haciendo. La clave es si el comercio tradicional será capaz de reinventarse o no, tal como tuvieron que hacer los víveres. Con el comercio tradicional, lo que pasa es que yo le añadiría una cosa porque hay sectores que, en mi opinión, tienen que recibir mucha ayuda pública. ¿Qué pasa si ahora van cerrando todos los comercios? No sé si habéis estado en alguna ciudad norteamericana; tú vas allí al centro de la ciudad a las cinco de la tarde y no hay nada, todo el mundo está en los centros comerciales comprando... Si desaparece el comercio tradicional, cambia la fisonomía de la ciudad. La pregunta, por lo tanto, es si queremos este cambio. Seguramente no y como no lo queremos, son sectores que tienen que estar protegidos como la UE hizo con la agricultura. Por lo tanto. en algún momento Catalunya tendrá que decir que queremos el comercio tradicional, con determinadas condiciones y, por lo tanto, yo creo que esto tenemos que apoyarlo.

¿Estamos haciendo bien las cosas en relación a la crisis del 2008?
Si lo comparamos con 2008, las cosas se están haciendo infinitamente mejor porque hemos reaccionado antes. En 2008, en el momento cero de la crisis, España puso en marcha el plan E, que vertió mucho dinero a los municipios dirigidos a infraestructuras que no mejoraban la competitividad ni mejoraban el bienestar de la gente. Lo bueno de las infraestructuras es que, o bien te ayudan a mejorar la competitividad, o bien te ayudan a mejorar el bienestar de la gente. O ambas. Al principio de la crisis de 2008 se invirtieron millones y millones en cosas que no ofrecían ninguno de estos beneficios y, al mismo tiempo, fue acompañado de recortes en muchos sectores, como la salud, la educación, la investigación, el R+D... cuando nosotros hacíamos eso en Europa, países como Francia o Alemania invirtieron más en educación, con sanidad...

Recapitulando, la reacción europea a la crisis de 2008 se produjo en 2013, cinco años más tarde, cuando el señor Mario Draghi dijo que harían lo necesario para rescatar el euro. Una vez se inició esta política, en 2014 la economía europea, catalana y española empezó a ir hacia arriba y llegamos en 2016 al nivel que teníamos en 2008. Tardamos 8 años, ahora la reacción ha sido mucho más inmediata.

Oriol Amat Economista - Sergi Alcazar

Foto: Sergi Alcàzar

¿Dónde estamos ahora?
Según los datos de febrero del 2020, Catalunya tenía un 10% de paro y ahora, un año después tenemos un paro del 13% y bajando. Por lo tanto no se ha dejado que el paro llegue al nivel del 2013. Ahora bien, los ERTE no dejan de ser ayudas directas a las empresas que han ido relativamente deprisa.

En Catalunya se han destruido unas 20.000 empresas desde marzo hasta diciembre de 2020. Desde el mes de enero, Catalunya ya está creando unas 1.500 empresas cada mes y me refiero a empresas netas, es decir el resultado de las creadas menos las destruidas; el resultado son 1.500 positivas. Al mismo tiempo, estamos con un paro en torno al 13%, que es inadmisible, y tenemos que batallar para que eso mejore, pero no es el 24% del 2013.

¿Lo estamos haciendo bien para superar esta crisis?
De la misma manera podemos comparar con 2008, y podríamos decir que progresamos adecuadamente. Ahora bien, cuando nos comparamos con otros países como Francia, Italia o países de nuestro alrededor vemos cosas que no se están haciendo bien. ¿Cuáles? En primer lugar el volumen de los rescates. En París, por ejemplo, los restaurantes están cerrados, pero los indemnizan —no conozco los detalles— con, aproximadamente, el 70% de su facturación del 2019. En cambio, he hablado con gente que tiene restaurantes aquí y me dicen que, sin contar los ERTE, han recibido unos 1.000 euros en los últimos seis o siete meses. Evidentemente todo ayuda, pero claro... Por lo tanto yo lo que diría es que se ha reaccionado más deprisa, que se ha avanzado en la dirección correcta, pero haría falta más dinero.

Entonces te dicen "¿si eso es tan sencillo, porque no lo ponen este dinero?". Porque a los gobiernos les da miedo la deuda pública. Además, Catalunya no tiene capacidad para endeudarse, Catalunya no tiene la suficiente autonomía para decidirlo y el volumen de deuda lo marca Madrid. Por lo tanto Catalunya no se puede endeudar más, pero el gobierno central sí.

Yo lo que diría es que en estos momentos el problema no es si hay mucha deuda o poca. Hay muchísima, de hecho la deuda pública ha superado el 120% del PIB. Si nos fijamos en 2008, cuando empezó la crisis, la deuda pública era del 40% del PIB español, pero como no se reaccionó rápidamente al final se acabó poniendo mucho más dinero y la deuda pública en 2014 llegó al 100% del PIB. Ahora hemos pasado el 120% y eso es un problema, pero no es el problema más grave.

¿Y cuál es el problema más grave?
El problema más grave son las empresas que cierran. Por lo tanto, mi impresión, es que se tiene que hacer lo que está haciendo Italia, y digo Italia porque están más endeudados que nosotros y aquí se dice "eso no lo podemos hacer porque estamos muy endeudados. Los alemanes pueden hacerlo, los franceses también, pero nosotros no porque estamos endeudados". Oye, que en Italia están más endeudados que nosotros y lo hacen igual. Por lo tanto, si haces como Italia, todas aquellas empresas que salves te ayudarán a reducir la deuda pública del futuro

Ahora bien ¿estamos en crisis o no? Estamos saliendo, pero debemos tener en cuenta que se trata de la Covid y la revolución industrial, tenemos que combinar las dos cosas. ¿Estamos haciendo bien las cosas? Yo diría que sí, perola nota no es un excelente.

Oriol Amat Economista - Sergi Alcazar

Foto: Sergi Alcàzar

¿Estamos saliendo de la crisis, pero cuando llegamos a salir definitivamente de la crisis?
Todo depende de qué entendamos por salir de la crisis. Si definiéramos salir de la crisis como el momento en el cual se empieza a crear empleo, eso ya lo hemos empezado a hacer. Si definimos como salir de la crisis el momento en que igualamos el empleo que teníamos en febrero del 2020, entonces estaríamos hablando, seguramente, de 2022. Es decir, con el nivel de creación de empleo actual seguramente llegaremos al nivel de empleo que teníamos —a ese 10% de paro de principios de 2020— a finales de 2022 si se cumplen las previsiones de la Cámara, del Banco de España, del FMI.

¿Por qué tardaremos tanto?
Porque todo se mezcla con la revolución 4.0. Te pondré un ejemplo de cómo la Covid acelera la revolución 4.0. Decíamos que hay mucha gente que empieza a comprar por comercio electrónico y la Covid ha hecho que haya mucha gente que se marche de las ciudades y vaya a vivir a los pueblos. Eso, por ejemplo, provoca que haya muchas oficinas que, de sopetón, no se necesiten en las ciudades. El problema de la salida de la crisis es que se te junta con la revolución 4.0; si no estuviera ocurriendo esta revolución, mi impresión es que en septiembre o en octubre ya se hubiera recuperado todo el nivel de empleo. Hubo una bajada muy importante, pero una subida igualmente considerable, lo que pasa son que esta subida se combina con el hecho que las personas hemos cambiado nuestros hábitos de compra, de consumo. Eso provoca que, de repente, haya empresas que dejen de tener clientes, ha habido un cambio de paradigma y la economía se tiene que adaptar.

En este punto también me gustaría recordar que cuando a alguien le hablas de las redes sociales, los drones... te dice que eso se hunde, nos quedamos todos en paro. Yo querría recordar que esta es la cuarta revolución industrial, ya hemos superado 3 antes y que en estas tres revoluciones anteriores se han creado muchísimos más puestos de trabajo de los que se han destruido. Te vuelvo a poner un ejemplo, en Estados Unidos ahora mismo el paro es del 5-6%; han superado tres revoluciones industriales, está en medio de la cuarta y tienen un 5% de paro. ¿Qué quiere decir esto? Cuando no existía la rueda, había unas personas que hacían unos trabajos que tras su aparición dejaron de ser necesarios, pero se reinventaron y yo creo que ahora pasará lo mismo. Hay unas partes concretas de la actividad económica que necesitan millones y millones de personas trabajando, me refiero a todo lo que es el cuidado de las personas.

¿Este cambio de paradigma puede venir, en parte, gracias a la llegada de los famosos fondos europeos?
Seguro que ayudarán. En este fondo tiene tres pilares, la digitalización, la sostenibilidad y el rescate de determinados sectores que seguro que ayudará.

Hay mucha gente que dice que todos estos fondos irán a parar a las grandes empresas. ¿Nosotros notaremos el impacto de todos estos millones?
Seguro que sí. En cualquier caso se notará. Cuándo tú viertes esta cantidad de millones en una economía se se nota. A ver, lo ideal es que las pymes también puedan acceder a estos fondos, porque no tenemos que olvidar que las pymes son la mayor parte del tejido empresarial. Lo que es muy importante es que las pymes se junten, cooperen entre ellas para poder presentar solicitudes, pero al fin y al cabo, que el dinero llegue a una gran,  pequeña o mediana empresa da lo mismo, porque cuando te llega el dinero tú lo que haces es comprar a otras empresas. Cuando una empresa tiene una actividad, esta actividad tiene un efecto en cascada que afecta a toda la economía.

Es decir, cuando tú tienes una empresa, tus empleados, a la hora de comer, saldrán a comer al restaurante del lado; o a final de mes estas personas cobran y se tienen que comprar ropa... Pero  lo que se debe conseguir es que todos estos fondos se reviertan bien en todo el tejido empresarial y que la distribución de este dinero se haga con criterios técnicos, no pensando en las próximas elecciones si no pensando en las próximas generaciones.

¿Tener un Govern en funciones dificulta la gestión de la crisis económica?
Te responderé con abstracto. Van mejor los países que tienen gobiernos estables, especialmente aquellos que tienen una cierta sintonía entre los gobiernos y la oposición. Además si hay sintonía entre los gobiernos y la población y, al mismo tiempo, también entre los gobiernos, Europa y los países del lado, se da la situación ideal.

Si ahora lo empezamos a cambiar y alguna de estas patas empieza a fallar ya no estás tan bien. Ahora bien, la economía y nuestro país ha demostrado una gran resiliencia. En un momento en que estás sin Govern, resulta que las exportaciones están aumentando, la inversión extranjera está llegando, se están creando empresas... A pesar de todos los pesares resulta que hay cosas que funcionan. Ahora bien si tú tuvieras las condiciones que decía antes, irías mucho mejor.

Oriol Amat Economista - Sergi Alcazar

Foto: Sergi Alcàzar