Las empresas europeas prevén invertir menos el año 2020 porque son "pesimistas" con respecto a las perspectivas económicas del año que viene. Eso es lo que apunta el Informe de Inversiones 2019-2020 del Banco Europeo de Inversiones (BEI), que apunta la ralentización y empeoramiento de la economía como principal causa para que por primera vez en cuatro años las empresas europeas quieran rebajar su inversión para el año que viene. El informe del BEI también alerta de que se ha "estancado" la inversión europea para luchar contra el cambio climático y avisa de que Europa tiene "que acelerar" la adopción de tecnología digital para seguir siendo competitiva.

Aunque la actividad inversora se está recuperando desde la crisis, según apunta el informe, los empresarios prevén que el año que viene el clima macroeconómico "empeore". Además, también son "más pesimistas" que en los años anteriores con respecto al contexto político y regulador. A causa de estos tres factores, los empresarios prevén reducir su inversión.

Según el BEI, la inversión en infraestructuras para el año que viene se mantendrá en el 1,6% del PIB de la Unión Europea, cosa que significa que será la más baja en 15 años.

Además, el informe también alerta de que la inversión contra el cambio climático en la Unión Europea "no lleva el camino adecuado". "Para conseguir una economía limpia sin emisiones de carbono para el 2050, la Unión Europea tiene que aumentar la inversión total en el sistema energético y en las infraestructuras relacionadas en una media del 2% al 3% del PIB", indica el estudio. Con un 1,2% del PIB dedicado a luchar contra el cambio climático en el 2018, La Unión Europea se sitúa por detrás de los Estados Unidos (1,3%) y de China (3,3%) en inversión para combatir el cambio climático.

Por otra parte, el informe alerta que Europa no está recogiendo los beneficios de la transformación digital porque lo está adoptando "lentamente". "La brecha digital entre las empresas es cada vez mayor", avisa el informe. Según el estudio, sólo un 58% de las empresas europeas son digitales, mientras que en los Estados Unidos la cifra se sitúa en el 69%. El 30% de las pymes europeas de más de 10 años siguen siendo no digitales.