Una de las consecuencias económicas más graves de la guerra entre Ucrania y Rusia está siendo la crisis energética. Desde el pasado 23 de febrero el precio del gas natural y del petróleo se han disparado exponencialmente por la invasión, y es que hay que recordar que Europa depende completamente del gas y del petróleo ruso y, además, Rusia es uno de los máximos exportadores mundiales de ambas materias, por lo tanto, las sanciones económicas al país hacen peligrar la llegada de gas y petróleo como posible represalia rusa.

Y es que este martes el precio del gas natural para su entrega en abril sube cerca del 11%, hasta 235 euros por megavatio hora (MWh), después de que el Gobierno de Rusia haya advertido que puede responder a eventuales sanciones en su sector energético cortando el suministro en Europa. Ahora bien, estos 235 euros no han sido el máximo que ha marcado el gas este miércoles, ya que al inicio de la negociación el precio se ha disparado hasta los 285 euros/MWh, muy por encima del cierre de ayer (212 euros), aunque poco después ha moderado la subida y poco después de las 10 de la mañana el gas se cotizaba a 235 euros, un 10,83% más que ayer, según los datos de Bloomberg.

Desde la invasión rusa de Ucrania el gas natural se ha disparado y en los últimos dos días ha marcado varios máximos históricos, aunque en esta época del año su precio suele descender, ya que hay menos demanda por la subida de las temperaturas en el hemisferio norte. El precio de la materia prima ha pasado de 87,5 euros por MWh antes de la invasión a superar los 200 euros en los últimos tres días. En estas fechas del año pasado costaba 17 euros por MWh.

 

El Brent roza los 125 dólares

El precio del petróleo va por el mismo camino que el gas este martes. Concretamente, esta mañana el Brent, el de referencia para Europa, sigue cotizando al alza y está en torno a los 125 euros ante los temores por el posible problema de suministro. De hecho, el precio del Brent para su entrega en mayo cotizaba en 124,93 dólares al inicio de la sesión en el mercado de futuros de Londres, un 1,4% más que al cierre de este lunes, pero muy lejos del pico de casi 140 dólares conseguido también ayer.

Aunque la UE todavía no se ha comprometido a vetar el petróleo ruso, que supone el 27% del consumo europeo aproximadamente, sí que ha anunciado que este martes se presentarán un conjunto de medidas para reducir su dependencia del gas y el crudo de este país. En este sentido, varios gobiernos europeos, como Alemania, Países Bajos o el Reino Unido, ya han llamado a la cautela y han defendido solo una reducción gradual de la dependencia energética de Rusia, porque en caso contrario podrían crearse problemas graves de suministro y un alza de los precios. Según ha anunciado ya la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, la estrategia comunitaria se articulará en tres ejes: diversificar la importación de combustible fósil para rebajar la dependencia de Moscú, acelerar la inversión en energías renovables e impulsar mejoras en la eficiencia energética.

El oro, siempre valor refugio

Ante la subida de los productos energéticos y la caída generalizada de las bolsas mundiales, el oro ha vuelto a subir su precio, ya que es considerado como uno de los activos refugio por parte de los inversores y este martes mantiene su progresiva subida, y ya se sitúa de nuevo por encima de los 2.000 dólares la onza, cerca de los máximos de agosto de 2020. En su cuarta sesión consecutiva al alza, el oro avanza el 1,10%, hasta los 2.018,10 dólares, con los inversores pendientes de la invasión rusa en Ucrania.

Este lunes, el oro ya superó los 2.000 dólares a lo largo de la jornada, pero finalmente cerró la sesión ligeramente por debajo. En esta misma línea está actuando también la plata, que es el metal que sube con más fuerza (2,90%) hasta los 26,48 dólares la onza.