La geopolítica sigue marcando la crisis energética. Este miércoles, el precio del gas natural sube casi un 7% por término medio, después del último discurso del presidente ruso, Vladimir Putin, sobre una movilización militar parcial de la población por la guerra de Ucrania. A modo de ejemplo, lo hace en un 6,78% en el mercado holandés, hasta alcanzar los 212,50 euros por megavatio hora (MWh). Según los datos de Bloomberg, el precio del gas encadena este miércoles dos sesiones consecutivas al alza.

Esta movilización, que entra en vigor hoy, obedece la necesidad de defender la soberanía y la integridad territorial del país, según ha dicho el mandatario, que ha explicado que serán llamados en filas sólo reservistas que hayan cumplido el servicio militar obligatorio. Después de estas declaraciones, el precio del petróleo también sube. El Brent, el crudo de referencia de Europa, avanza el 2,63%, hasta 92,79 dólares el barril.

"En las últimas semanas, en Europa, se ha experimentado una reducción en el consumo de los grandes consumidores industriales de gas. Son malas noticias para la industria europea", ha declarado Jean-Pierre Clamadieu, el presidente de Engie, el principal proveedor de gas en Francia, en declaraciones en France Inter. Así pues, entrando en porcentajes, el consumo de las empresas que son grandes consumidoras de gas ha caído hasta un 30% con respecto al año pasado, en el 2021, por el efecto del alza de los precios. "El aumento de precios tiene un impacto muy fuerte en los fabricantes y desgraciadamente en las últimas semanas en Europa hemos visto una reducción importante del consumo que es generalizada", ha destacado Clamadieu y ha puesto el acento en un doble lectura: "Es una buena noticia para la ecuación del gas a finales de año, pero una mala noticia para la industria europea". Ahora, habrá que sumar los efectos de una nueva subida de los precios.

Empresas paralizadas

La razón es que algunas empresas están paralizando su actividad porque con los precios actuales de la energía no la pueden rentabilizar y otros lo están desplazando a otras partes del mundo donde estos precios no son tan elevados. Clamadieu precisó que la reducción del consumo por parte de los industriales no es igual en todas partes, ya que mientras en Francia se sitúa en torno al 15%, en Alemania es del 25% y en los Países Bajos de casi del 40%. Así pues, los industriales ven una señal de precios que les lleva a cerrar sus fábricas, trasladar la producción a otras regiones del mundo y grandes esfuerzos de diversificación para llenar las existencias de gas.

La previsión de un otoño e invierno duro en el conjunto de la Unión Europea, hace que la respuesta pueda ser más efectiva: "Estamos mucho más preparados de lo que nos temíamos hace tres o cuatro meses", ha señalado, refiriéndose al caso de Francia donde las reservas se llenan "al 95-96%", mientras que la media europea roza el 90%. ¿La estrategia francesa? "Una de las razones por las cuales estamos llegando es que hemos aumentado masivamente las llegadas de barcos de GNL que transportan gas natural licuado en 30 o 40 barcos por semana", ha detallado Clamadieu.

Ahora, el próximo reto es gestionar estos almacenes para evitar el que se conoce como una huelga de frío en la recta final de invierno y hace un llamamiento a reducir el 10% del consumo general el gas, por ejemplo, reduciendo un grado la calefacción que representaría un ahorro del 7% del consumo total.