La Covid llegó a Catalunya hace un año, junto con aquello que algunas voces o titulares de otros países ya anunciaban: un confinamiento y restricciones para frenar el virus. Lejos quedaron los sábados de compras o las cenas con los amigos para evitar que el virus se extendiera. La Covid, sin embargo, no sólo puso en riesgo la salud de las personas, sino que también golpeó duramente la economía localmente y a escala global.

El paro drástico de la actividad en el inicio de la pandemia y la afectación durante el resto del año causaron una caída del Producto Interior Bruto (PIB) catalán en el 2020 del 11,4%. En el Estado español, el descenso fue del 11%, mientras que en la Eurozona el PIB descendió un 6,8%. La pandemia de la Covid provocó un choque a escala global, muy diferente del que tuvo lugar durante la crisis financiera. "La crisis de deuda del 2008 tuvo mucho impacto en los Estados Unidos y Europa, mientras que los emergentes quedaron bastante al margen", explica a Joan Ribas, doctor en Economía de la Universidad Pompeu Fabra y coordinador académico del ESCI-UPF.

La Covid ha provocado pérdidas económicas importantes, como la de negocios que han tenido que cerrar las puertas o personas que se han quedado sin trabajo. Al mismo tiempo, también han aumentado las desigualdades entre los jóvenes y los migrantes a Catalunya. La vacuna y la llegada de los fondos europeos mantienen la esperanza en la recuperación -y transformación- de la economía catalana y española, así como la vuelta a la vida prepandemia.

Restricciones y cierre de negocios

El estado de alarma decretado por el Gobierno al inicio de la pandemia provocó un paro repentino de la actividad económica. Muchos negocios tuvieron que bajar la persiana de un día para el otro y los trabajadores que no podían seguir desarrollando su actividad se acogieron a los Expedientes de Regulación Temporal del Empleo (ERTE). Concretamente, el Departamento de Trabajo registró en abril de 2020, en pleno estado de alarma, 92.148 ERTE en Catalunya que afectaban a 676.919 trabajadores. Este número es actualmente bastante más reducido, con 156.798 trabajadores en ERTE el mes de enero de 2021.

Las restricciones han afectado especialmente al sector de los servicios, siendo el de la hostelería el más afectado, con un descenso de la facturación durante el cuarto trimestre de 2020 del 67,5%, según datos de la Cambra de Comerç de Barcelona. En la actualidad, los restaurantes y los bares pueden servir en franjas horarias limitadas, aunque han estado cerrados por completo durante muchos meses. El sector de los servicios también ha sufrido el impacto de la caída del turismo internacional, de un 90,2% según datos del Idescat. El descenso de visitas provocó una fuerte caída en el gasto de los turistas extranjeros en Catalunya, concretamente del 91,5% en términos interanuales, a pesar de la ligera mejora durante los meses de verano, que fue insuficiente.

 

El comercio también ha sufrido restricciones importantes, lo que ha provocado una caída de la facturación del 32,5% durante el cuarto trimestre de 2020. El próximo fin de semana será el primero que el comercio no esencial podrá abrir las puertas al público después de muchas semanas de cierre.

Por su parte, la industria se ha reivindicado como un sector más estable ante choques negativos. La caída de la facturación fue ligeramente menor que en otros sectores durante el cuarto trimestre de 2020, de un 25,8%. Sin embargo, el Índice de Producción Industrial (IPI) muestra una afectación en la producción de bienes de consumo, con un descenso interanual al mes de enero del 2,2% en Catalunya y del 6% en España.

El sector de la construcción tampoco se ha escapado de los datos negativos, con un 38,5% menos viviendas en construcción en Catalunya el último mes del año, según el Idescat, y una facturación un 32,5% más baja durante el cuarto trimestre de 2020.

El impacto en los datos macroeconómicos

Los indicadores macroeconómicos han reflejado la caída en la actividad a causa de la Covid. La economía ha experimentado el decrecimiento, con descensos del PIB del 11,6% y el 11% en Catalunya y España, respectivamente. Los precios también cayeron con la llegada de la Covid a Catalunya y España, si bien ahora se encuentran casi en los niveles de antes de la pandemia, según indica el Índice de Precios al Consumo (IPC).

La ocupación también se ha visto afectada, con un incremento continuado del paro en Catalunya desde el inicio de la pandemia, hasta superar el medio millón de desocupados. Los jóvenes han sido uno de los colectivos que más han sufrido la falta de oportunidades laborales, con una tasa de desempleo de casi el 34% entre los menores de 25 años en febrero de 2021. Los sectores de la construcción, los servicios y la agricultura son aquellos donde más ha aumentado el paro, siendo el de los servicios aquel que registra más personas desocupadas.

Estos indicadores reflejan de manera aproximada la afectación del bienestar de la sociedad a causa de la Covid. Si bien existen indicadores específicos para hablar de bienestar, como es el Índice de Desarrollo Humano (IDH), Ribas explica que en estos momentos de la crisis todavía no se dispone de datos actualizados.

No obstante, sí que existen datos que reflejan el aumento de las desigualdades en Catalunya entre ciertos colectivos. Investigadores de la Universidad Pompeu Fabra, l'Institute of Political Economy and Governance (IPEG) y CaixaBank Research han analizado a tiempo real la evolución del Índice de Gini, el cual refleja el nivel de desigualdades. El estudio evidencia un fuerte incremento de las desigualdades globales en el inicio de la pandemia, concretamente en 11,9 puntos por encima del nivel prepandemia. Si bien los niveles del Índice de Gini han vuelto casi a los previos a la Covid, las desigualdades persisten entre ciertos colectivos, como son el de los jóvenes y los migrantes.

La receta para la recuperación

"No hay una receta mágica", revela el coordinador académico del ESCI-UPF. Sin embargo, cree que habría que compensar las empresas con ayudas proporcionales a las pérdidas ocasionadas por las restricciones establecidas por las administraciones. De hecho, esta ha sido la insistente petición de numerosos agentes económicos que se han visto afectados por las medidas para frenar la Covid.

Por su parte, las administraciones han puesto en marcha una serie de ayudas económicas. La última medida aprobada por el Gobierno ha sido un paquete de ayudas con valor de 11.000 millones de euros que las comunidades autónomas tendrán que gestionar. Otros instrumentos han sido las moratorias de hipotecas, los créditos ICO o los ERTE. El Govern también aprobó al principio de año ayudas con valor de 618 millones de euros, los cuales se han ido ampliando, para los colectivos más afectados por la Covid.

Algunas voces reclaman que el Estado español debería endeudarse más para conseguir más recursos, si bien es posible que su margen de endeudamiento sea limitado. "El problema es que España ya está muy endeudada. La posibilidad de endeudarse adicionalmente es relativamente pequeña", explica Ribas. Por su parte, Xavier Cuadras-Morató, director del Idescat i Doctor en Economía por la Universidad de York, cree que la capacidad de endeudamiento del Estado dependerá en parte de la política del Banco Central Europeo (BCE).

La respuesta de Europa

El BCE inició en marzo del 2020 el Programa de Compra de Emergencia Pandémica (PEPP), con el cual comprará temporalmente activos del sector público y privado con el fin de evitar la transmisión de riesgo en los mercados. "El BCE ha estado monitorando los mercados de deuda de manera que no ha habido problemas significativos de prima de riesgo por parte de ningún país", aclara Cuadras-Morató. A su vez, el organismo monetario ha mantenido al 0% el tipo de interés de operaciones principales de financiación para que el dinero circule por la economía. La intención de esta política es poder lograr una inflación suficientemente positiva, aunque por debajo del 2%.

El organismo monetario también mantiene suspendidos los objetivos del Pacto de Estabilidad que tienen que cumplir los estados miembros, el cual fija un máximo del 3% para el déficit y del 60% para la deuda pública. El BCE propone reanudar estos objetivos fiscales en 2023, hecho que permite dar flexibilidad fiscal a los países miembros. España cerró en el 2020 con una deuda pública del 117,10% del PIB, mientras que el año 2019 era del 95,5%.

La Comisión Europea también ha articulado una serie de medidas con el fin de dar oxígeno a los países ante la situación de crisis. Por una parte, el fondo SURE, con un presupuesto de 100.000 millones de euros en préstamos para proteger el empleo, así como el mecanismo de estabilidad MEDE, el cual dará acceso a líneas de crédito preventivas con el fin de financiar gastos relacionados con la Covid. Por su parte, el Banco Europeo de Inversiones (BEI) también ha puesto en marcha un fondo dotado con 25.000 millones de euros y ampliable hasta los 200.000 millones en colaboración con las instituciones financieras de los diversos países con el fin de dar apoyo a pequeñas y medios emprendidas.

Aparte de estas medidas, la Comisión Europea también ha articulado su propio paquete de medidas, el cual ha definido como "el estímulo económico más importante de todos los tiempos": el fondo Next Generation EU.

Fondo Next Generation EU

La respuesta de la Unión Europea ante la crisis no sólo busca la recuperación de la economía, sino que también su transformación cabe en una más verde, digital y resiliente. Los fondos Next Generation EU están dotados de 750 billones de euros, de los cuales España podría llegar a recibir 140.000 millones. De estos, el Estado español quiere solicitar entre 2021 y 2023 casi la totalidad de las transferencias directas, con un valor de 72.000 millones de euros, mientras que los préstamos los dejaría para más adelante.

El Gobierno tendrá que presentar en Bruselas proyectos empresariales para optar en los fondos, los cuales se tendrán que adecuar a los objetivos de transformación. En este sentido, Catalunya presentó 27 a principios de febrero, con un valor de 41.000 millones de euros, para optar a la financiación de los fondos Next Generation EU. De momento, el proyecto de fábrica de baterías eléctricas cerca de Martorell, impulsado por Seat, Volkswagen, Iberdrola y el Gobierno, ya cuenta con el apoyo de los fondos europeos y es un ejemplo de proyecto transformador de la economía.

Salida de la crisis

"Resolver la crisis sanitaria es principal", expone Cuadras-Morató, quien cree que la vacuna es clave para empezar a superar la crisis. Según la última actualización del OCDE, el PIB español crecerá un 5,7% durante el 2021 y un 4,8% en el 2022, mientras que el de la Eurozona lo hará en un 3,9% y 3,8%, respectivamente.

Sin embargo, no todos los países disponen de la vacuna con relativa facilidad. Mientras que casi el 70% de las vacunas se han administrado a los 50 países más ricos del planeta, los 50 países con menos recursos sólo han recibido el 0,1% de las vacunas, según la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Encarnada (IFRC). L'Organización Mundial de la Salud (OMS) ha definido la desigualdad en la distribución de la vacuna como un "fracaso moral catastrófico".

El menor acceso a la vacuna de los países emergentes o en vías de desarrollo, junto con menos políticas de apoyo, harán que estos países se recuperen más tarde de la crisis, según el Fondo Monetario Internacional (FMI). A la vez, el organismo también prevé que aumente la divergencia entre estos países y aquellos con más recursos.

La esperanza en la salida de la pandemia se mantiene, pues, en la vacuna, mientras la Covid sigue haciendo evidente que salud y economía van de la mano.