El PIB de la zona euro creció un 0,2% en el tercer trimestre del 2018 con respecto al anterior, según los últimos datos de la oficina estadística de la Unión Europea, el Euroestado, el peor dato de los últimos cuatro años. Es decir, el incremento ha caído a la mitad, ya que al segundo trimestre de este año el crecimiento fue del 0,4%. Con estos últimos datos se consolida la tendencia de moderación de la economía del euro del último año. En este sentido, el crecimiento interanual del tercer trimestre del 2018 ha sido del 1,7% mientras que al mismo periodo del 2017 era del 2,8%.

En el conjunto de la Unión Europea (UEM), el crecimiento del PIB en el tercer trimestre se moderó al 0,3% desde el 0,5% observado entre abril y junio, registrando así la expansión más débil desde mediados de 2016, mientras que el crecimiento interanual del tercer trimestre fue del 1,9%, dos décimas menos que en el trimestre precedente.

Los factores de la desaceleración

Uno de los factores que ha lastrado el crecimiento de la zona euro y la UE en el tercer trimestre fue el estancamiento de la economía italiana, la tercera mayor del euro, que entre julio y septiembre, el primer trimestre completo bajo el Gobierno de coalición entre Liga y 'M5S', registró el suyo peor dato de expansión desde el final de 2014.

Por el contrario, según los datos publicados por el instituto francés de estadística, Insee, el PIB de Francia, la segunda economía del euro, creció en el tercer trimestre un 0,4% con respecto al trimestre anterior, cuando su expansión había estado del 0, 2%.

En su última comparecencia ante la prensa, el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, admitió que los últimos datos muestran una evolución de la economía de la zona euro "un poco más débil de lo que se esperaba", aunque el presidente del BCE expresó su confianza en que únicamente se trate d 'un impulso más débil, no de un retroceso", señalando que los miembros del Consejo coincidieron en señalar que los riesgos para la economía "están equilibrados".

"Todavía factores extraordinarios han influido en la cifra, no parece que el ritmo de crecimiento vaya a volver pronto a las tasas anteriores", ha señalado el economista jefe para la zona euro de ING, Bert Colijn, que considera el más preocupante el estancamiento de Italia por primera vez en cuatro años. "Con unas discusiones sobre presupuestos ya tensas entre Roma y Bruselas, este estancamiento sólo se sumará a las preocupaciones", ha declarado el experto, apostando por un crecimiento del 0,3% en el cuarto trimestre, hecho que no supone una gran recuperación respecto de la brusca ralentización experimentada entre julio y septiembre.