Seat vuelve a los números rojos por la crisis del coronavirus. Según los resultados publicados este miércoles por el grupo Volkswagen –la empresa propietaria de la marca-, el fabricante de automóviles con sede en Martorell perdió 48 millones de euros durante el primer trimestre de este año, una cifra que contrasta con el beneficio de 89 millones registrado durante el mismo periodo del ejercicio anterior.

Aparte, Seat comercializó en torno a 140.000 vehículos entre enero y marzo (un 20,45% menos con respecto al año pasado) y su facturación fue de 2.558 millones (un 16,21% menos). Según la compañía, la desaceleración del negocio se debe al paro económico provocado por el coronavirus.

Para el director financiero del grupo Volkswagen, Frank Witter, "la pandemia de la covid-19 ha tenido impactos sustanciales en el negocio". En este sentido, la multinacional asegura que ya ha tomado "numerosas contramedidas" para recortar costes y cubrir las necesidades de liquidez. "Estamos dando los primeros pasos para que se reanude la actividad, con la salud de nuestros trabajadores y nuestros proveedores como prioridad", ha añadido al directivo.

De hecho, la planta de Seat en Martorell reanudó su actividad este lunes. Lo hizo a un tercio de su capacidad para evitar posibles contagios y para asegurar que en todos a los trabajadores que se van reincorporando se los puedan realizar pruebas PCR. En total, Seat prevé fabricado 324 coches diarios en sus tres líneas de producción, las cuales fabrican los modelos Ibiza, Arona y León, y Audi A1.