La Agencia Catalana de consumo (ACC) de la Generalitat ha archivado las 1.081 denuncias presentadas por compradores de coches Volkswagen al considerar que no existió "una práctica comercial desleal engañosa", cuando vendieron vehículos con un software que falseaba las emisiones reales de óxidos de nitrógeno (NOx).

El archivo acordado por la ACC también considera que procede el archivo porque el fabricante de automóviles "ha justificado documentalmente que la acción correctora, consistente en la sustitución del software que alteraba la lectura de las emisiones de NOx, no afecta en absoluto el rendimiento ni prestaciones principales de los vehículos".

Según la comunicación de archivo de las denuncias, a la cual ha tenido acceso Efe, cuando Volkswagen vendió los vehículos no era obligatorio "informar a los usuarios del nivel de emisiones de NOx, a diferencia de otros indicadores como el consumo homologado y las emisiones de CO2, que formaban parte de la llamada información precontractual de carácter preceptivo".

También indica que "el nivel de emisiones de NOx no puede suponer un carácter decisorio a la hora de adquirir el vehículo y de escoger el motor en cuestión", por eso considera que "la práctica comercial de la denunciada no comporta una distorsión significativa del comportamiento económico de las personas consumidoras ni las lleva a adoptar una conducta que, de otra manera, no hubieran realizado".

El archivo, firmado por el jefe del Servicio de Inspección y Control de Mercado de la ACC, descarta pues "la existencia de una práctica comercial desleal engañosa en el momento de la venta de los vehículos", aunque reconoce que hubo "un vicio en origen directamente imputable al fabricante".

Al haber reparado Volkswagen el software de los vehículos afectados, la ACC ve que "ha reparado este vicio" sin afectar a las "prestaciones principales del vehículo, como el consumo y la potencia."

"Estas intervenciones se han efectuado por propia iniciativa del fabricante y sin ningún coste para los titulares", añade la resolución, que concluye que a pesar de haber habido "un comportamiento ilícito del fabricante, no pone de manifiesto indicios suficientes y razonables de infracción en materia de protección de las personas consumidoras".

Sin valorar responsabilidades administrativas

El archivo sobre las normas de consumo no entra a valorar "las presuntas responsabilidades administrativas y de cualquier otra naturaleza que puedan derivarse de la falsedad reconocida en la obtención de la correspondiente homologación de los vehículos y de los posibles efectos lesivos para el medio ambiente", que queden fuera de las competencias de la Agencia Catalana de consumo.

La organización de consumidores FACU-Consumidors en acción ha criticado en un comunicado la decisión de la ACC porque "justifica las irregularidades que cometió" el fabricante alemán, destapadas en el 2015 y que han afectado alrededor de once millones de vehículos en todo el mundo y casi 700.000 en España, cuyos motores fueron trucados con un programa informático para disimular las emisiones de óxido de nitrógeno.

FACUA fue quien tramitó delante del ACC las denuncias contra Volkswagen en representación de centenares de sus socios afectados al entender que hubo una "práctica comercial desleal, porque los niveles de emisiones que declaraban en su publicidad comercial eran "descaradamente inferiores" a los niveles reales.

"Es escandaloso que el organismo público encargado de velar por los intereses de los consumidores en Catalunya reconozca el fraude pero decida anteponer los intereses de la compañía", ha lamentado FACUA, que se ha quejado de "inacción de las autoridades de consumo de todas las CASA".

Después de las denuncias presentadas por FACUA ante los diecisiete organismos de consumo de los gobiernos autonómicos, la respuesta ha sido "archivar directamente o trasladar los expedientes a Catalunya", al estar ubicada en esta comunidad la sede de la multinacional alemana.