Los accionistas de la inmobiliaria Colonial han dado en junta luz verde a la conversión de la compañía en una sociedad anónima cotizada de inversión al mercado inmobiliario (socimi). Un cambio que se hará efectivo con carácter retroactivo a partir del 1 de enero del 2017.

Con este nuevo régimen fiscal, la tasa impositiva de Colonial se reducirá del 25% al 0% y el beneficio neto y el flujo de caja se incrementarán "significativamente", según la inmobiliaria, que asegura que esta decisión no supondrá ningún cambio en su estrategia corporativa ni su plan de negocio. De hecho, la compañía presidida por Juan José Brugera estima que la conversión a socimi, con el consiguiente descenso de la tributación, tendrá un impacto inmediato de 72 millones en los fondos propios y beneficios consolidados del 2017.

"Es un hito que da continuidad a la normalización de Colonial en torno a mercados internacionales de capitales y que cuenta con unos atractivos beneficios económicos y financieros para nuestros accionistas", ha destacado el consejero delegado del grupo, Pere Viñolas, a la junta de accionistas celebrada en Barcelona.

Más ventajas

Colonial afirma que convertirse en socimi le reportará otras ventajas, como una mayor liquidez de la acción, un mayor acceso a capital, pudiendo atraer inversores institucionales que únicamente adquieren acciones de compañías bajo este régimen societario o la posibilidad de seguir utilizando el "escudo fiscal" del grupo por valor de más de 1.300 millones de euros para estructurar operaciones de inversión o bien de desinversión.

Por otra parte, la junta de Colonial ha aprobado las cuentas del ejercicio 2016, en el cual obtuvo un beneficio de 273,6 millones de euros. Precisamente, la compañía asegura que habría ganado 374 millones en el último ejercicio -unos 100 millones más- de haber operado como socimi.

En su intervención, Viñolas ha remarcado que el 2016 ha sido un año "de resultados operativos y financieros excepcionales" que se han traducido en una rentabilidad para los accionistas del 20%, un 65% acumulado desde junio del 2014. A cierre del 2016, Colonial tenía una cartera inmobiliaria de más de un millón de metros cuadrados, dividida en 42 edificios de oficinas en España y 21 en Francia y valorada en más de 8.000 millones de euros.

Un rasgo único

"Nuestra especialización en inmuebles de alta calidad constituye un rasgo único de Colonial que no tiene comparables al mercado europeo", ha señalado Viñolas, que ha recordado que la compañía ha llegado a una ocupación del 97% del total de superficie comercializada, una cifra "única en el sector". Los accionistas de Colonial han aprobado además la distribución de un dividendo de 0,165 euros por acción, hecho que supone repartir un importe total máximo de 65 millones de euros.

A la junta, el único accionista que ha tomado la palabra lo ha hecho para pedir la dimisión de Viñolas por la operación de contra-split que llevó a cabo la compañía el año pasado y que supuso el cambio de cada nueva acción de 2,50 euros de valor nominal para|por cada diez títulos de 0,25 euros. Brugera ha dejado muy claro que no pediría su dimisión y ha pasado la palabra a Viñolas, que ha defendido que este tipo de operaciones no están encaminadas a generar un aumento ni disminución del valor para el accionista.