El ministro de Educación, Iñigo Méndez de Vigo, no es el único que ha atribuido a la CUP alguna decisión del Govern. El aún  presidente del Cercle d'Economia, Antón Costas, cree que las innovaciones fiscales que ha preparado Catalunya "son más una concesión retórica a la CUP, que una figura impositiva nueva y eficaz desde el punto de vista fiscal y de corrección del capitalismo" y ha soltado que "estos tipos de activos tienen que pagar como patrimonio, así como que "en caso de abuso, sería cuestión de inspección".

"Les falta coherencia". Con estas palabras, Costas ha definido los cambios fiscales catalanes propuestos por el Govern de cara al 2017, mientras que ha elogiado los estatales aprobados esta semana en el Consejo de Ministros, que los considera "racionales".

Así lo ha dicho en una entrevista en Europa Press, donde ha alabado que el ajuste del gobierno español "vaya para impuestos a beneficios a empresas o a ciertos consumos", como el alcohol o el tabaco porque, según su opinión, el sistema empresarial español "puede soportar un incremento de la fiscalidad".

Mientras tanto, sin embargo, ha cargado contra los impuestos planteados por la Generalitat poniendo de manifiesto que "creo que se encontrarán con un bloqueo legal" y ha considerado que "no tienen mucho fundamento económico" porque tendrían que ir destinados a "cubrir las nuevas necesidades".

Celebra la Operación Diálogo

Bajo el argumento que "Catalunya es el principal problema político de España", Costas ha aplaudido que el gobierno español busque acercarse a Catalunya y ha puesto de relieve que "eso tendría que ser normal", al mismo tiempo que ha soltado que el ejecutivo estatal "tendría que estar más en el territorio", así como que "hay que buscar una salida" a la cuestión catalana.

Pero que la vicepresidenta española tenga despacho en Barcelona, no es garantía de nada para Costas, que pide que el intento de diálogo "no se quede en un despacho y una presencia ocasional de tipo formal", sino que tenga "una dimensión real y más activa".

Precisamente por eso, el presidente del Círculo considera que antes de celebrar un referéndum unilateral tiene que existir una "secuencia" que se base en el diálogo y el acuerdo. Los pasos a seguir son, según su opinión, "buscar un acuerdo más amplio sobre el qué queremos y cómo queremos que sea el autogobierno, después diálogo, negociación y pacto con el Estado" y, finalmente, celebrar la consulta "sea del tipo que sea", pero siempre acordada con España.

"No nos opongamos a una consulta, la Constitución lo admite, pero tiene que ser legal, pactada y bien informada", ha subrayado, al mismo tiempo que ha abogado para no hacer "tantas reformas" y sí mejores políticas".