El fondo de inversión Carlyle, que tiene la mayoría accionarial de Codorniu, ha puesto en venta Caves Rondel y Masia Bach, según ha anunciado la consultora inmobiliaria Lançois Doval en un comunicado. La decisión se ha tomado en el marco de un procés de desinversión que pretende vender activos inmobiliarios "emblemáticos" pero que el grupo considera "no estratégicos".

De todos modos, los inmuebles ya hace 10 años que son en venta, pero Codorniu no les había conseguido colocar, y no forman parte del procés productivo de las cavas. Masia Bach incluye una finca y una bodega con más de 16.000 metros cuadrados, que fue propiedad de los hermanos Bach, empresarios textiles, y que es obra del arquitecto José María Sala. La línea de embotellado tiene capacidad para 8.000 botellas al día. Por su parte, las bodegas de Cavas Rondel, fundado en 1949 por Codorniu, son obra del discípulo de Gaudí Lluís Bonet.

Según Robert Menetray, CEO de Lançois Doval, se trata de unas propiedades "únicas" por sus características y situación y que pueden servir tanto para continuar con la actividad de bodega como para convertirse en espacios por "actividad industrial o logística". En el caso de Masia Bach, apunta que se puede convertir un hotel de lujo o un centro de wellness, acontecimientos y/o convenciones.

Hasta ahora Codorniu ya utilizaba estos espacios como localizaciones para acontecimientos o incluso para rodajes. Desde la empresa indican que la venta no tendrá más implicaciones que una operación inmobiliaria, y que no afectará a trabajo.