La Cambra de Comerç de Barcelona mantiene sus previsiones de crecimiento de la economía catalana para 2019, situándolo en el 2,1%, medio punto por debajo del crecimiento que se registró durante el año pasado, del 2,6%. Así lo ha explicado el presidente de la Cámara, Miquel Valls, que ha sostenido que el contexto internacional, sobre todo el europeo, incide en este menor crecimiento a través del sector exterior y la inversión, pero ha avisado de que "desaceleración no quiere decir recesión".

Así, de cara en el 2020, la Cambra de Comerç prevé que la fase de desaceleración en la economía catalana se extienda y el crecimiento se sitúe en el 2%, pero Valls ha remarcado que esta moderación no implica que esté en recesión, ya que el PIB sigue aumentando.

"Ha quedado atrás la fase más alcista del ciclo, pero no vemos señales que la economía catalana pueda entrar en una nueva recesión en el 2019", ha explicado Valls.

El crecimiento previsto para la economía catalana en el 2019 es una décima inferior que para la española, que se sitúa en el 2,2%, tendencia que se ha registrado desde el cuarto trimestre del 2018 y se ha mantenido durante los primeros tres meses de este año.

Valls ha atribuido esta divergencia al nivel elevado de apertura exterior de Catalunya: en periodos de expansión, la economía catalana tiende a crecer más que la española, mientras que lo hace menos en periodos de desaceleración y de recesión económica.

La demanda

El contexto internacional actualmente está impactando en la demanda exterior, efecto que desde la Cámara se prevé que acabe afectando a la demanda interna, que durante este primer trimestre es la que ha sostenido el crecimiento por su evolución positiva, todo y que inferior a la del 2018.

En este sentido, la industria está siendo el sector más afectado por la moderación de la economía: el índice de producción industrial ha registrado un descenso acumulado del 0,8% hasta febrero, siendo la primera tasa negativa desde 2013.

También se ha producido un descenso considerable en los vehículos industriales durante los dos primeros meses de 2019, indicador que la Cambra de Comerç remarca que muestra el cambio de expectativas en la economía.

Preguntado por las reducciones de plantillas que se están planteando en empresas industriales catalanas, Rovira ha subrayado que se explican por "casuísticas concretas" de las compañías y no por cuestiones sectoriales, y ha indicado que en este ámbito económico está creciendo la afiliación en la Seguridad Social y que los afectados por los ERE suman una proporción pequeña del total de los afiliados.