La Cambra de Comerç de Barcelona considera que si el Estado hubiera invertido el 100% de los presupuestos establecidos en materia de infraestructuras, la economía catalana habría crecido un 3,3% y, consecuentemente, no se habría visto superada por Madrid. Así lo explica en una nota de prensa en la que dice que, en concreto, "el hecho que el grado de ejecución de los presupuestos estatales se sitúe en un 73,7%, y comporte la no inversión en infraestructuras de 8.000 millones de euros, sumado al efecto capitalidad que beneficia notablemente Madrid, compuerta que la economía catalana se haya visto superada ligeramente por Madrid con un PIB por valor de 230.795 millones de euros, enfrente de los 228.682 millones de PIB de Catalunya".

Según la institución, si se analiza el grado de ejecución de las inversiones del sector público del Estado a lo largo del periodo 2015-2018, se constata que Madrid ha recibido una inversión sistemáticamente por encima de lo que estaba presupuestado. En concreto, el grado de ejecución de la Comunidad de Madrid es del 113,9%. En cambio en Catalunya, durante el mismo periodo, es del 65,9%, según datos del departamento de la Vicepresidencia y de Economía de la Generalitat de Catalunya, "una diferencia sustancial que juega en detrimento de la economía catalana".

Además, si se analizan exclusivamente los presupuestos en materia de inversiones (grupo Fomento) durante el periodo 2001-2018, en Catalunya solamente se han cumplido los del 2012, año que justamente coincide con la elevada inversión en infraestructuras de alta velocidad. Asimismo, "hay que recordar que Madrid cuenta con el efecto capitalidad estatal, lo cual comporta que disponga de elevadas inversiones en materia de servicios estatales y corporativos. Además, la política implementada por el Estado en la construcción de una red de infraestructuras radial beneficia sustancialmente Madrid, como nodo central, en detrimento de todo su entorno", asevera la Cámara.

Además, la inversión que recibe Catalunya se sitúa sistemáticamente por debajo de su peso en el PIB estatal y en la población española. Concretamente, en ninguna de las cuatro categorías de transporte el Estado ha invertido lo que corresponde en función de estos criterios, ni de los de demanda y uso. Además, si se analiza la composición del PIB catalán en comparación el de Madrid, se constata que Catalunya tiene una economía más basada en el sector industrial y más abierta al exterior. Según datos de la Memoria Económica de Catalunya 2018, el 64,6% de las ventas de bienes catalanas se hicieron con el extranjero, enfrente del 35,4% con el resto de España. Este hecho compuerta que la evolución de la coyuntura catalana esté sujeto, en parte, al comportamiento del conjunto de la economía europea y mundial.

El crecimiento madrileño

Por último, la Cámara recuerda que el crecimiento de la economía de Madrid no ha ido en detrimento de la catalana, ya que a diferencia del resto del Estado, el peso de la economía catalana se ha mantenido estable los últimos años representando entre un 18% y un 19% del total estatal. Concretamente, Catalunya representaba en el 2000 un 18,9% del conjunto y el 2018 un 19%. Así pues, queda patente que el auge de la capital española va en detrimento de otras Comunidades Autónomas.

Asimismo, si Barcelona se convirtiera en la capital de un Estado la economía catalana se vería beneficiada en gran parte por el efecto suyo, dado que la ciudad captaría una importante inversión derivada de la mayor presencia de servicios profesionales. Además que inversiones que están sujetas a la capitalidad se computarían a la economía catalana.