La pugna entre los taxistas y las VTC llega a su cuarto día, con la ciudad de Barcelona paralizada y el Govern en alerta. El conseller de Territori i Sostenibilitat, Damià Calvet, se ha reunido esta mañana con el sector de las VTC y ha constatado que "las posiciones entre taxis y VTC están muy alejadas entre sí", por lo cual alerta de que el calendario de la huelga se alargará.

"Como las posiciones están tan alejadas, es posible que el calendario de la huelga y las negociaciones quede afectado porque el proceso de diálogo será largo", asegura el conseller. "Nuestra propuesta sigue siendo de un tiempo mínimo de contratación de 15 minutos. Nosotros querríamos que este trabajo se hiciera sin chantajes ni alteraciones de movilidad". Así pues, Calvet ha asegurado que el proyecto de decreto se presentó con bastante margen a fin de que no afectara al Mobile World Congress ―que se celebrará a finales del mes de febrero―, pero dada la situación, asegura que el calendario seguramente se tendrá que modificar.

"Pedimos que ambos sectores vean la voluntad de regulación de la Generalitat como una oportunidad" y que "consigamos que acerquen posiciones", ha explicado el conseller. Al mismo tiempo, el conseller ha explicado que este paro tiene varios costes: por una parte, se calcula unos 1,3 millones diarios para el sector del taxi; unos 600.000 euros para las VTC y hasta 1 millón de euros diario en caso de que haya que aumentar el servicio de transporte público para garantizar la circulación en la ciudad.

Calvet rechaza los chantajes

El conseller ha pedido que "el proceso de diálogo entre ambos sectores se haga sin chantajes". En este sentido, explica que en las negociaciones quieren entrar en el tipo de vehículos, la formación de los conductores, el calendario laboral y tarifas (las de los taxis están reguladas y las de las VTC son libres). En definitiva, "queremos transparencia por parte de las plataformas digitales".

Con todo, Calvet explica que mañana se reunirá con el sector del taxi aunque no han cumplido sus condiciones. "Mañana tenemos una reunión con el sector del taxi, que nos comprometimos a hacer en caso de que ellos levantaran la huelga, y no lo han hecho. A pesar de todo, nos reuniremos porque creemos que hay que ser responsables". De todos modos, Calvet ha apuntado al Ayuntamiento de Barcelona y a la alcaldesa Ada Colau, a quienes ha reclamado que "asuman sus responsabilidades y no se escondan detrás de la Generalitat. Ellos tienen las competencias que les hacen falta para el sector del taxi".

"No es una huelga, es un cierre patronal"

Damià Calvet ha querido aclarar que lo que han hecho los taxistas "no es una huelga, es un cierre patronal, porque no ha sido pedida ni autorizada y no dispone de servicios mínimos", por lo tanto, "no es una huelga".

Al mismo tiempo, desde Territori han explicado que esta mañana el equipo del departamento también se ha reunido con la ATM ―con Metro, FGC, Renfe, Tram y autobuses interurbanos― donde "hemos expresado la voluntad desde el Govern que la ocupación de la vía pública afecte lo menos posible a los ciudadanos y la economía del país".

Así pues, se ha llegado al acuerdo de que la operación de todos los operadores a través de la ATM "será continua y en algunos casos incluso se incrementará el servicio del transporte público". "Pasaría como si fuera un episodio de contaminación medioambiental", exceptuando que no se reduciría el uso del vehículo privado, según ha explicado Calvet. "Se haría en caso de que fuera necesario como medida para minimizar las molestias a los ciudadanos y la economía", y este aumento del transporte público se cifra en 1 millón de euros diario, pero de momento todavía no se ha puesto en marcha el dispositivo.

Con respecto a la respuesta de los principales activos del mundo socioeconómico, Calvet ha explicado que ven la situación "con preocupación" y esperan que se pueda levantar la huelga lo más rápidamente posible. El sector "nos ha pedido diálogo desde la administración con todos los agentes implicados". Al mismo tiempo, también se ha hecho patente la preocupación por la imagen que están dando ciertos escenarios de violencia de cara al mundo, y al mismo tiempo el conseller ha explicado que "se ha constatado que ante la movilización, es el sector del taxi que pierde la imagen ante la sociedad".