El consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, ha afirmado que la Oferta pública de Adquisición (OPA) que lanzará la entidad catalana sobre la portuguesa BPI es "la única solución posible para todas las partes implicadas". En una conferencia con analistas, el consejero se ha mostrado confiado que conseguirán la supresión de la limitación del 20% de los derechos de voto del BPI con el fin de sacar adelante la oferta voluntaria a un precio de 1,113 euros en metálico sobre todas aquellas acciones que todavía no poseen sobre el BPI, es decir, un 55,9%, lo cual supone valorar el banco portugués en 1.662 millones de euros, según ha anunciado CaixaBank.

Además, se ha decidido emprender esta operación después de no haber sido posible cerrar un acuerdo satisfactorio con Santoro Finance, el vehículo inversor de Isabel Dos Santos, para resolver los problemas de concentración de riesgos en Angola por parte del BPI, donde la empresaria tiene el 18,6% del capital. En este sentido, el BCE ya fijó como fecha límite para solucionarlo el pasado 10 de abril y ante la imposibilidad de cumplir con ello, el BPI ha solicitado al organismo central europeo un plazo adicional para emprender los requerimientos establecidos. En referencia a qué estrategia tendría que seguir el BPI para reducir el riesgo de las participaciones en Angola, Cortázar ha explicado que el primer paso es la OPA sobre el BPI, pero que al mismo tiempo son conscientes de la relación histórica entre Portugal y Angola y que "están negociando duro" para encontrar una solución que permita un acuerdo satisfactorio para todos. De esta manera, ha defendido en reiteradas ocasiones que la OPA "es la mejor solución para BPI y para preservar el valor del banco y de todos sus accionistas".

Tras la falta de acuerdo con Dos Santos, CaixaBank ha solicitado al Banco Central Europeo (BCE) la suspensión de cualquier procedimiento administrativo contra BPI relacionado con su situación de exceso de concentración de riesgos en Angola con la finalidad de permitir a CaixaBank encontrar una solución a dicha situación bajo el supuesto que tome el control del Banco BPI. Con la oferta anunciada este mismo lunes, CaixaBank reforzará su papel para encontrar una solución al tiempo que ayudará a la mejora de la rentabilidad del BPI gracias a las sinergias que generará la futura colaboración con CaixaBank. Respecto al posible interés de CaixaBank por el también portugués Novo Banco, Cortázar ha asegurado que ahora mismo están completamente centrados en el BPI y en el hecho que sigan mejorando su solvencia y rentabilidad gracias a su apoyo. 

Apoyar al equipo directivo del BPI  

El precio ofrecido por CaixaBank refleja la media ponderada de los últimos seis meses por lo que, según la normativa portuguesa, se trata de un precio equitativo. La oferta, que se registrará en la Comissão do Mercado de Valores Mobiliários portuguesa (CMVM) una vez se reciban las aprobaciones pertinentes y se haga efectiva la supresión de la limitación del 20% de los derechos de voto se prevé que sea completada durante el tercer trimestre de este año.

CaixaBank, que llegó al mercado portugués hace 21 años con su entrada en BPI, seguirá apoyando al equipo directivo de la entidad portuguesa y trabajará para lograr la máxima creación de valor para todos los accionistas. La entidad catalana tiene la intención de que BPI continúe siendo una compañía cotizada tras la finalización de la oferta. Las acciones de BPI, suspendidas de cotización desde el pasado 11 de abril, maracaron su último precio en 1,19 euros el pasado 9 de abril, con una subida del 3,5%.

Tras la OPA, CaixaBank analizará y planteará potenciales áreas de cooperación entre las dos entidades con el objetivo de desarrollar sinergias, reducir costes e incrementar fuentes de ingresos. Se prevé que estas nuevas iniciativas permitan a BPI obtener sinergias que beneficiarán a todos los accionistas de la entidad y reducir el ratio de eficiencia recurrente de BPI en el mercado portugués. Se estima unas sinergias potenciales de costes de 85 millones a partir del tercer año y unas sinergias de ingresos anuales de 35 millones.

Estas sinergias permitirán que BPI acelere las mejoras registradas en el último año en su solvencia y rentabilidad, después de pasar de un ratio CET1 'fully loaded' del 8,6% en 2014 al 10% en 2015 y de un ROE negativo del 7,3% en 2014 al 10,4% de 2015.

¿Cómo afecta a los accionistas de CaixaBank?

CaixaBank espera que esta oferta de adquisición de acciones tenga un impacto positivo de alrededor del 8% en el beneficio recurrente por acción de CaixaBank el primer año. Además, estima que el retorno sobre la inversión (ROIC) sea del 12% en el primer año y alcance el 14% en el tercero. Su impacto en la base de capital de CaixaBank se prevé que sea de entre 95 y 115 puntos básicos, asumiendo un porcentaje de participación en BPI de entre el 51% y el 70%, respectivamente, tras la aceptación de la oferta, lo que reduciría el ratio CET1 'fully loaded' hasta el 10,6% y el 10,4%, según el caso.

En todo caso, el objetivo de CaixaBank es mantener un ratio de capital 'fully loaded' CET1 superior al 11% después de la transacción, según los objetivos del Plan Estratégico 2015-2018. Cabe recordar que la inversión de CaixaBank en BPI se inició en 1995 con una visión estratégica a largo plazo y con voluntad de apoyo al BPI para que se convirtiera en el banco de referencia en Portugal.

En el año 2012, CaixaBank obtuvo una dispensa de la CMVM para sobrepasar el umbral de un tercio del capital sin lanzar una OPA obligatoria, debido a la existencia de limitaciones al derecho de voto de los accionistas y con sujeción a una serie de condiciones, como el compromiso de CaixaBank de no designar a consejeros adicionales a los cuatro consejeros designados hasta ese momento. Finalmente, en febrero de 2015, CaixaBank anunció el lanzamiento de una OPA voluntaria sobre las acciones que no controlaba con el objetivo de finalizar con la asimetría que existía entre su participación económica y su capacidad de voto.