La Comisión Europea ha abierto una investigación contra BMW, Volkswagen y Daimler porque sospecha que acordaron no competir en el desarrollo de sistemas de reducción de las emisiones de los vehículos, cosa que "podría haber negado a los consumidores la oportunidad de comprar coches menos contaminantes, aunque la tecnología ya estaba disponible para los fabricantes".

Bruselas considera que las tres compañías automovilísticas, fabricantes de BMW, Mercedes, Audi o Porsche, podrían haber vulnerado las leyes de la competencia que prohíben los cárteles y las políticas de negocio restrictivas, así como los acuerdos para limitar o controlar los desarrollos tecnológicos.

Antecedentes

En octubre del año pasado, la Comisión Europea hizo inspecciones en las sedes de BMW, Daimler, Volkswagen y Audi en Alemania como parte de las investigaciones iniciales por los posibles pactos entre los fabricantes de coches y los desarrolladores tecnológicos. Según las investigaciones, las empresas habrían mantenido reuniones para hablar del "desarrollo y despliegue de las tecnologías para limitar las emisiones perjudiciales de los coches".

En concreto, la CE investiga si las compañías limitaron el despliegue de tecnología SCR para reducir las emisiones de óxido de nitrógeno de los vehículos diésel, y de los filtros OPF que reducen las partículas peligrosas de las emisiones de los coches gasolina.

Por ahora, y según un comunicado, la Comisión Europea "no tiene indicios que las empresas se coordinaran en relación al uso de dispositivos ilegales para hacer trampas en los tests de emisiones". Volkswagen fue al epicentro de un escándalo por, precisamente, engañar en las emisiones de sus vehículos.