El adiós de Xavi Hernández a final de temporada no significa que las cosas vayan a seguir igual en el primer equipo del Barça. El entrenador catalán ha dejado claro en varias ocasiones que intentará hacer lo mejor para el club en los meses que le quedan, e intentará remontar la situación por sí mismo.
El anuncio de su salida vino, de hecho, para intentar liberar a la plantilla de presión y hacer que los jugadores ofrecieran su mejor rendimiento. Además, la apuesta por jugadores jóvenes como Héctor Fort, Pau Cubarsí o el ya sobradamente conocido Lamine Yamal busca agitar al equipo con el objetivo de mejorar los resultados. Pero esta no es la única medida que tomará para conseguirlo.
Oriol Romeu vuelve al equipo
Después de un mes sin contar prácticamente con minutos, Oriol Romeu está volviendo al equipo. El pivote catalán, fichado este verano del Girona siendo el único jugador por el que se pagó traspaso, había sido descartado de los planes del entrenador. Antes de la dura derrota contra el Villarreal, que propició la decisión de Xavi, Romeu solo había jugado en los dos partidos de Copa del Rey contra Unionistas de Salamanca y Barbastro, dos rivales de categorías inferiores.
En el duelo contra el Submarino Amarillo ya salió como titular, aunque acabó siendo sustituido al descanso después de otro partido decepcionante. Sin embargo, lejos de volver a hundirse en el pozo, el de Ulldecona acabó saliendo en los minutos finales contra Osasuna para intentar aguantar el resultado. Una muestra de que la situación ha cambiado respecto al último mes.
Xavi quiere recuperar su confianza
Xavi sabe que le será muy difícil progresar en el juego e implementar su idea sin un mediocentro puro. Frenkie de Jong e Ilkay Gündogan han intentado asumir este rol durante la temporada, pero su tendencia a sumarse al ataque y la visión que tienen del juego les impide rendir en esa posición. No hay que olvidar que los primeros partidos de Oriol Romeu en el Barça fueron buenos, hasta que el equipo fue cayendo y él con el equipo.
Desde entonces, al pivote le ha faltado la confianza que tenía en Girona y que le hizo merecedor de volver al club donde se había formado como jugador. Asumiendo que nunca podrá dar lo que daba Sergio Busquets, lo ideal sería recuperarlo para el último tramo de temporada para que ayude a sentar una base para el futuro, además de mejorar su imagen de cara a posibles compradores en el mercado de fichajes.