Robson de Souza, Robinho, fue considerado uno de los mejores jugadores del mundo a principios de siglo. Jugador del Real Madrid entre 2005 y 2008, su vida dio un giro de 180 grados cuando aterrizó en Milán, donde fue acusado de participar en el 2013 en una violación grupal a una mujer. Fue condenado a 9 años de prisión y posteriormente extraditado a Brasil, donde cumple condena desde el 2024. Hace poco, Robinho presentó un recurso para salir de la cárcel, ya que él mantiene que es inocente, pero su intento de salida fue denegado. "Tuvimos una relación superficial y rápida. Intercambiamos besos, después de eso me fui a casa. Había otras personas en el lugar. Cuando vi que ella quería seguir con otros chicos, me fui para casa... Nunca lo negué. Fue consensuado. Nunca lo negué. Podría haberlo negado, porque mi ADN no está ahí. Pero no soy un mentiroso", declaró Robinho en una entrevista a TV Record.

Ahora, más de un año después de su encarcelación, el que fuera gran estrella del fútbol brasileño ha participado en un vídeo grabado por el Consejo Comunitario de Taubaté, en el que Robinho habla sobre sus rutinas en la cárcel y mantiene que los rumores sobre sus privilegios en "la cárcel de los famosos" son mentira.

La vida de Robinho en la cárcel, como la de los demás reclusos

"Mi dieta, mi horario de sueño, todo es igual que el de los demás reclusos. Nunca he comido nada diferente, nunca he recibido un trato diferente. Cuando llega la hora de trabajar, hago todo lo que hacen los demás reclusos. Si queremos jugar al fútbol, está permitido los domingos, cuando no hay trabajo", explica el exfutbolista de 41 años. 

"Nunca he tenido ningún tipo de beneficio. Las visitas son los sábados o domingos. Cuando mi esposa no viene sola, viene con mis hijos. El mayor juega y los dos menores pueden venir. Las visitas son iguales y el trato es el mismo para todos", añade Robinho.

Robinho Brasil   Wikimedia
Robinho, en un partido de la selección de Brasil / Foto: Wikimedia Commons

Robinho niega ser un líder ni tener problemas psicológicos

Otro de los rumores que han circulado por Brasil es que Robinho estaba psicológicamente muy mal desde su entrada en la cárcel y que se había convertido en un líder de Tremembé. "Han estado diciendo mentiras de que soy un líder carcelario o de que tengo problemas psicológicos. Nunca he tenido eso, nunca he tenido que tomar medicamentos, gracias a Dios. A pesar de lo difícil que es estar en una penitenciaría, es normal, pero gracias a Dios siempre he tenido la cabeza fría y estoy haciendo todo lo que puede hacer cualquier recluso", explica el exjugador de Santos, Real Madrid, Manchester City y Milan. 

Robinho, de hecho, destaca la disciplina que hay en la cárcel. "Aquí en la prisión de Tremembé el objetivo es reeducar, resocializar a quienes han cometido errores. Nunca tuve ningún tipo de liderazgo aquí, ni en ningún otro lugar. Aquí, los guardias son los que mandan, como ya les dije, y nosotros, los internos, solo obedecemos".