Como ya es tradición, el cielo en Bélgica ha vuelto a ser el gran protagonista de esta clasificación pasada por agua. Después del diluvio que ha impedido que se disputara la qualy de Fórmula 2, ha llegado la hora de los grandes para dirimir la parrilla de salida del domingo. El circuito de Spa-Francorchamps ha vuelto a dejarnos una de las qualy más emocionantes de la temporada de Fórmula 1, gracias a sus condiciones cambiantes. Una sesión que hasta última hora no se sabía si se podía disputar y que, aunque 10 minutos tarde, nos ha regalado un viernes muy intenso.

Y Max Verstappen ha vuelto a demostrar que no tiene rival. El piloto de Red Bull ha dejado claro que su segunda posición en la clasificación de Hungría fue tan solo un espejismo, y hoy ha vuelto a dar muestras de su frialdad. El nacido en Bélgica ha sabido cuando era el momento y no ha fallado. En una última vuelta espectacular, Mad Max no le ha dado opciones a un Charles Leclerc que ha estado cerca de tocar la gloria, y que ha acabado en segunda posición, seguido del otro piloto de Red Bull, Checo Pérez. Aunque todo variará, ya que Verstappen tendrá una penalización de 5 posiciones por haber cambiado la caja de cambios, por lo que saldrá desde la sexta posición. Así pues, Leclerc saldrá primero y Checo segundo, seguido de Lewis Hamilton, que partirá desde el tercer puesto, y un Carlos Sainz, que saldrá cuarto gracias a la penalización del piloto de Red Bull. Fernando Alonso será noveno.

Max Verstappen al volante del Red Bull en Bélgica / Foto: EFE
Max Verstappen al volante del Red Bull en Bélgica / Foto: EFE

Max Verstappen no da tregua

La penalización de Max no ha sido un impedimento para que el neerlandés siga sonriendo después de lograr una nueva pole position este año. La temporada anterior, Max partió desde la decimoquinta posición y acabó ganando con 15 segundos de ventaja sobre su inmediato perseguidor, Checo Pérez. La pregunta está en cuántas vueltas será capaz el líder del mundial de volver a colocarse en la primera posición.

Sin embargo, no es oro todo lo que reluce, y es que en el garaje austriaco se han vivido momentos de tensión, cuando Verstappen, durante una Q2 muy emocionante debido a las condiciones cambiantes de la pista, ha estado cerca de quedarse fuera, quedando en una décima posición que marcaba el corte, aunque no ha pasado a más.

Y es que, como decíamos, la lluvia ha puesto en jaque a todos los equipos, que no han parado de mirar al cielo en toda la clasificación. La Q1 ha dado buena muestra de lo que suele ser el trazado belga, con un circuito empapado, que no era el idóneo para arriesgar demasiado. Sin embargo, con el paso del tiempo, la pista ha ido mejorando y, como consecuencia, los cronos han ido bajando, dejando momentos de infarto en los últimos segundos de la primera tanda, sobre todo con un Alonso y un Sainz, que han ido al límite.

La lluvia da emoción en Bélgica

Ya en la Q2 las estrategias de los distintos equipos han ido variando con el paso de los minutos. La pregunta estaba en quién sería el más osado y pondría los neumáticos blandos el primero. Y ha sido un Valteri Bottas que a punto ha estado de arrepentirse, y es que el circuito todavía estaba demasiado húmedo, aunque su decisión ha significado que el resto de escuderías cambiara a secos, pero sin mejoras sustanciales.

Ha sido de nuevo al final de la sesión, con una mejora evidente de las condiciones, cuando los pilotos se han batido en duelo, con una clasificación que ha estado en un puño, con un Max Verstappen y un Fernando Alonso que se han metido en Q3 sobre la bocina, dejándonos una de las imágenes de la temporada.

Ya en Q3, y con el DRS permitido, el Red Bull de Mad Max ha vuelto a dar muestras de su suficiencia. El joven piloto no ha fallado a la hora de la verdad y ha vuelto a dar un golpe sobre la mesa, dejando claro que ya no habrá más treguas, y que lo de Hungría fue solo un espejismo. La buena noticia ha sido la de Sainz, que partirá desde la cuarta posición, por contra de un Alonso que no es capaz de dar con la tecla de un Aston Martin que parece que va hacia atrás, mientras los demás mejoran.