El calendario se le complica mucho al Barça y el partido contra el Villarreal se convierte en un quebradero de cabeza para Ernesto Valverde antes de recibir al Atlético de Madrid en la Liga Santander y visitar el Manchester United en la Champions. Será el momento de hacer rotaciones o quizás no, porque el técnico blaugrana no confirma ni desmiente nada.

Cada tres días hay un partido importante. Esta es la conclusión que se saca desde que este sábado se haya dejado atrás el derbi contra el Espanyol. Llegan duelos decisivos en unas semanas vitales a la Liga y a Europa, cosa que Valverde quiere dejar de lado y sólo centrarse en el partido contra el conjunto groguet.

¿Messi descansará?

El Villarreal está en una situación muy comprometida y tocando el abismo del descenso, pero eso no permite decir que haya rotaciones. Ni tampoco con Messi, que está siendo más clave que nunca en los últimos partidos: "Nunca es un escenario idóneo para dosificar Messi". Y con esta declaración en el sentido de las rotaciones se ha pegado para continuar su discurso opaco y conservador.

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Si en la previa del partido contra el Espanyol se dejó abierta la posibilidad de los cambios, parece que ya no será la tónica. De las palabras que se desprenden del entrenador blaugrana habrá pequeños movimientos, quizás un futbolista por línea, pero poco más. Un once prácticamente de gala y con algún cambio de futbolistas menos habituales si el partido ya está resuelto.

"Le damos mucha importancia al partido y a los tres puntos", asegura Valverde sobre el fundamental partido contra el Villarreal. "Mañana es un partido clave para ganar", añade, pero también abre un poco la puerta a los menos habituales: "Habrá jugadores que puedan entrar y otros que no, pero el objetivo es ganar".

Y el factor Villarreal, que no está haciendo una gran temporada, no relaja Valverde. "Están en una situación complicada, pero es un equipo que ha hecho muchos buenos partidos contra los equipos punteros de la Liga. Está a los cuartos de final de la Europa League y es un equipo que generalmente nos cuesta ganar", ha asegurado el técnico culé después de repetir que será "una final".

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Acercándose a los títulos

Y más allá de sí se juega o no un partido muy importante en el estadio de La Cerámica, Valverde también ha reconocido que "los tres títulos están igual de cerca de e igual de lejos, todo depende de pequeñas cosas, estamos en el momento culminante y tenemos que estar finos".

Una línea conservadora es la que sigue el míster culé y un rostro casi inexpresivo lo que muestra delante de las cámaras. "No hay una presión extra, quedan nueve partidos y si ganamos junio somos campeones, esta es la realidad, pero la Liga no está ganada, hay que remar mucho", ha complementado. Y además ha reconocido que la competición de la regularidad "depende mucho de qué pase el sábado contra el Atlético".

Al Barça ahora le venden en una semana los partidos contra el Villarreal, el Atlético y después la Champions contra el Manchester United: "La Champions motiva mucho la afición y los jugadores para ser la competición que es, pero la Liga te marca desde el primero minutos y hasta el último".