La enemistad entre Marc Márquez y Valentino Rossi va a seguir hasta el final de sus días, o al menos, hasta el de sus carreras. Lo que está claro es que no se van a ir de cañas tan tranquilamente, porque la rivalidad que en su día hubo en la pista, por lo que fuera, traspasó a lo personal. Una situación que supuso el fin de la amistad, si es que un día la hubo, entre el '93' y el '46', y que ha llegado hasta el día de hoy. Porque il dottore y el tro de Cervera, uno dentro de la pista, y el otro desde fuera, siguen compitiendo.

A nadie se le escapa que la llegada del mayor de los Márquez al Gresini Racing obedece a sus deseos de igualar, y superar, al italiano en el número de entorchados. Un hecho que, por su parte, quiere evitar el de Urbino, en una guerra en la que se han visto ambos envueltos desde antes de la retirada de Valentino. Recordemos que el italiano ostenta en sus vitrinas nueve títulos de MotoGP, mientras que Marc, actualmente, posee ocho entorchados, pero en su batalla personal con el que ahora es su archienemigo, el ilerdense quiere aumentar el número.

Marc Márquez, concentrado en el 'box' de Gresini / Foto: Europa Press
Marc Márquez, concentrado en el 'box' de Gresini / Foto: Europa Press

Rossi y Márquez siguen enfrentados

Por eso ha aterrizado en Ducati, aunque sea la satélite, porque sabe que con la actual Honda era imposible alcanzar el objetivo, ni siquiera ganar carreras. La montura japonesa, además de lenta, era inestable, lo cual aumentaba las posibilidades de una lesión para el catalán, una situación que quiere evitar a toda costa. Precisamente, de puertas hacia fuera, eso fue lo que motivó a Marc Márquez a abandonar a la marca del ala dorada después de 11 años de la mano, y embarcarse en una nueva aventura, pero la verdad es otra.

Todo el mundo sabe que Marc quiere seguir siendo competitivo y quiere seguir acumulando mundiales. Al igual que todo el paddock sabe que Rossi hará todo lo posible para que eso no suceda, guerra de intereses lo llaman. En esta particular, a la par que extensa historia, se suma un nuevo capítulo. El '46' que posee su propio equipo en MotoGP, el Pertamina Enduro VR46 Racing Team, tiene un acuerdo con Ducati para que le provea de sus monturas, no obstante, el contrato está cerca de expirar, y the doctor está pensando en un cambio.

Valentino Rossi, durante una rueda de prensa / Foto: Europa Press
Valentino Rossi, durante una rueda de prensa / Foto: Europa Press

Valentino pide la moto oficial para 2025

Valentino quiere la moto oficial de Ducati para sus pilotos, porque quiere ir siempre un paso por delante de Marc Márquez. Un aviso que ya lanzó al término de la pasada temporada, en Cheste, cuando sabía que los de Borgo Panigale le iban a ofrecer la montura satélite. "Esperábamos tener motos oficiales a partir de la próxima temporada. Por eso, también retuvimos a Bezzecchi. Pero no. Así que no nos queda otra que esperar que entre la moto del 2024 y del 2023 no haya muchas diferencias. De esta manera, podremos ser protagonistas y competir por las victorias", dijo el italiano en Valencia.

En 2025, justo cuando su acuerdo con Ducati expira, volverá a intentarlo, a la par que impedir el ascenso de Marc a la moto oficial. En caso de no ser así, el italiano se marchará a otra fábrica, porque ofertas no le faltan. Tanto en Yamaha, donde es emblema de la marca, como en KTM esperan con los brazos abiertos al italiano. Los de Iwata hace tiempo que no cuentan con más M1 en la parrilla, aspecto clave para su resurgir, ya que estar dotados de más motos les permitiría tener más datos, así como extraer más conclusiones para la evolución de las mismas.

En KTM, tres cuartos de lo mismo, aunque en este caso, los austriacos quieren aumentar su 'flota' de cuatro a seis motos, lo que les permitiría dar cobijo a más pilotos, así como subir al equipo oficial a Pedro Acosta, sin tener que prescindir de Jack Miller. Así pues, Valentino, que quiere la mejor moto o se irá, lanza un claro mensaje a Ducati: yo estoy por delante de Marc Márquez.