La etapa de Dani Olmo en el FC Barcelona afronta un momento clave. Tras su llegada hace un año por 60 millones de euros, el centrocampista catalán aterrizó con la vitola de ser uno de los fichajes más ilusionantes para el futuro inmediato del club. Sin embargo, su primera temporada como azulgrana estuvo marcada por la irregularidad y, sobre todo, por los problemas físicos que le impidieron tener continuidad y mostrar la mejor versión que ya había exhibido en la Bundesliga y con la selección española.
Ahora, con la segunda temporada ya en marcha y bajo las órdenes de Hansi Flick, en el Barça hay una sensación clara: Dani Olmo debe dar un paso adelante. Tanto dentro del vestuario como en la directiva se entiende que su fichaje fue una inversión muy alta y que todavía no ha ofrecido el rendimiento esperado. No basta con destellos de calidad o momentos puntuales, sino que se le pide que asuma un papel de líder ofensivo, capaz de marcar diferencias en partidos grandes.

Flick, paciente pero exigente
El técnico alemán confía en Olmo, conoce sus condiciones y valora su polivalencia para actuar en varias posiciones del ataque y el centro del campo. Sin embargo, también le ha transmitido que necesita más regularidad, más impacto directo en los encuentros y menos intermitencias. Flick lo considera un futbolista esencial en su proyecto, pero sabe que con jugadores jóvenes como Fermín López apretando desde atrás, nadie tiene el puesto asegurado.
De hecho, Fermín se ha ganado el respeto del cuerpo técnico y la afición con su entrega, llegada y goles en momentos clave. La competencia interna puede ser el empuje definitivo para que Olmo saque lo mejor de sí mismo, aunque también es un recordatorio de que en el Barça, la meritocracia manda y el nombre no garantiza minutos.
El precio pesa
En el entorno azulgrana todavía resuena con fuerza el desembolso que el club realizó para traer a Olmo desde el Leipzig. Los 60 millones que costó su fichaje generan una presión añadida: se espera de él un rendimiento acorde a esa cifra, especialmente en un Barça con serias dificultades económicas, donde cada inversión debe traducirse en impacto inmediato sobre el césped.

Un año decisivo
La temporada que arranca será decisiva para Dani Olmo. Si logra dejar atrás definitivamente los problemas físicos y alcanzar la regularidad, puede convertirse en el jugador diferencial que necesita el Barça en la mediapunta. Pero si las dudas persisten y su nivel no se corresponde con lo esperado, su futuro en el club podría ponerse en cuestión mucho antes de lo previsto.
En el Barça lo tienen claro: es el momento de Dani Olmo. Se acabaron las excusas, y el catalán debe demostrar que puede ser el futbolista capaz de marcar la diferencia en el equipo de Flick.