Los últimos partidos del Barça han trastocado la calma que se respiraba en los últimos meses. El club lo ha hecho todo para darle a Xavi Hernández una plantilla competitiva, pero las sensaciones no son las mejores, ni por los resultados y, lo que es peor, ni por el juego practicado, muy alejado de la excelencia que se busca. En los últimos 5 enfrentamientos oficiales, el Barça ha perdido el Clásico contra el Real Madrid y el partido de Hamburgo contra el Shakhtar, ha empatado en Vallecas y ha ganado a la Real Sociedad y al Alavés, y con dos actuaciones bastante deficientes.
En estos momentos, el Barça es el 4º clasificado de la Liga y tiene por delante 2 partidos transcendentales, contra el Atlético de Madrid y el Girona, ambos en el Lluís Companys. El Barça está obligado a ganar los dos partidos y, a poder ser, a dejar una buena sensación. De lo contrario se complicaría mucho sus aspiraciones a revalidar el título, ya que el Real Madrid, que ya se saca 4 puntos, ha puesto la directa. Y todavía preocupa más la Champions League. El Barça tiene un grupo muy asequible, pero la derrota de Hamburgo lo ha complicado todo. En Porto, el equipo no dio una buena imagen, a pesar de ganar, por lo que el riesgo a pinchar en casa es real, un mal resultado que enviaría al Barça a la segunda posición, lo que pondría en riesgo el pase a los cuartos de final. En estos momentos, el Barça y el Porto están empatados a 9 puntos, por lo que a los blaugrana les vale con un empate, además de ganar en la última jornada en Amberes, para asegurarse la primera posición.
Xavi se la juega en 15 días
De momento, en el Barça se respira una calma tensa, conscientes de que no hay nada perdido, aunque las dudas no dejan de crecer. En el club se confía con que el equipo dará un paso adelante y sacará los 3 partidos, que la situación se reconducirá, aunque también hay que ponerse en el peor de los casos, 3 malos resultados que convertirían la situación en irrespirable, una crisis que, ahora sí, pondría en riesgo la continuidad de Xavi Hernández.
Joan Laporta siempre ha sido un presidente que ha confiado en sus entrenadores, como demostró con Frank Rijkaard, aunque llegado el momento no dudará en dar el paso. De momento, ya se ha dejado ver con Rafa Márquez, ya que visitó este domingo al Barça Atlètic, una presencia que no es casual, ya que el entrenador mexicano será el sustituto de Xavi si se acaba produciendo la temida crisis.
Rafa Márquez, entrenador puente
En todo caso, el plan del Barça a medio plazo no es que Rafa Márquez sea el entrenador del primer equipo. Si fracasa el proyecto de Xavi, la idea es iniciar otro con otro técnico, ya que se considera que Márquez es un hombre de club. El que más gusta es Míchel, que en Girona está demostrando su enorme nivel como entrenador, aunque en el club también siguen de cerca de los pasos que están dando Mikel Arteta en el Arsenal y Roberto de Zerbi en el Brighton.
A Joan Laporta también le gustaría tener en el nuevo Camp Nou a Jürgen Klopp, un entrenador de élite que podría liderar el nuevo proyecto. El alemán podría salir del Liverpool en verano, al considerar que su etapa en Anfield Road ha terminado, un momento ideal para ficharlo para el Barça.