Como ya sucedió el verano pasado, el futuro de Nico Williams va camino de volverse a convertir en uno de los grandes culebrones de los meses veraniegos. El extremo del Athletic Club, eterno futurible del Barça, fue situado recientemente en la agenda del Real Madrid, según una información de Marca, convirtiendo su soñado fichaje en un Clásico entre los dos gigantes de la Liga.
En medio de toda esta rumorología, con la Liga terminada -y el Athletic clasificado para la Champions, hecho importante- y con la Nations League a la vuelta de la esquina, Nico Williams ha cogido un avión y se ha plantado en Barcelona.
Nico Williams, en el Circuit invitado por Red Bull
Se desconoce si Nico Williams se verá en Barcelona con Lamine Yamal, Alejandro Balde o Fermín López, con los que tiene una gran amistad. Lo que es seguro, es que el extremo vasco se ha acercado este viernes al Circuit de Catalunya junto a unos amigos, invitado por Red Bull.
En medio de la llegada de los pilotos al Circuit para los entrenamientos, ha aparecido Nico, que a pesar de lucir una gorra no ha podido esconder sus rizos teñidos de rubio, lo que le hacía muy reconocible. Nico, sonriente y cercano, no ha querido hacer declaraciones acerca de su futuro, "todo está bien", se ha limitado a decir, y no ha dudado en fotografiarse con todos los que se lo han pedido.
Seguir un año más, Mundial y decidir su futuro
Y es que en Bilbao siguen convencidos de que Nico Williams va a seguir una temporada más en San Mamés. El jugador tiene una cláusula de rescisión asequible, de solo 65 millones de euros, pero tiene el aliciente de disputar la próxima Champions League con el Athletic Club, el sueño de su vida.
A todo ello hay que añadir que el año que viene es año de Mundial, el que acogerán conjuntamente los Estados Unidos, Canadá y México, por lo que cambiar de aires, y a un club con más competencia, con el riesgo de que salga mal, es demasiado arriesgado. Lo lógico es que se quede en Bilbao, un año más siendo titular indiscutible y disputando la Champions, para luego jugar el Mundial. Y, entonces sí, cambiar de aires, sea al Barça, al Real Madrid o al club que sea.