La temporada 2025-2026 de la NBA no podía empezar con más tensión en el vestuario de los Golden State Warriors. Y es que, según fuentes cercanas al equipo, Stephen Curry fue tajante con Steve Kerr: “Si queremos volver a ser campeones, Kuminga tiene que ser titular tant sí com no”. Una declaración que habría puesto patas arriba la jerarquía interna del equipo y que, sin duda, marca un antes y un después en la era dorada de la franquicia californiana.
Tras un verano cargado de rumores, negociaciones y roces internos, Jonathan Kuminga finalmente aceptó una extensión de contrato por dos años y 48.5 millones de dólares, pero con condiciones claras: más minutos, más protagonismo y un papel estelar en el quinteto inicial. Curry, consciente de la importancia del joven alero en el futuro del equipo, no dudó en respaldarlo y exigir su titularidad.

Kuminga, la nueva joya de los Warriors: una apuesta de Curry y un desafío para Kerr
El conflicto se venía gestando desde hace meses. Draymond Green y Jimmy Butler, líderes veteranos del vestuario, no habían mostrado gran química con Kuminga en cancha durante la pasada temporada. Sin embargo, el “Chef Curry” fue claro: Sin él en el quinteto inicial, no hay opciones reales de anillo. Su peso dentro del equipo es tal que Steve Kerr no tuvo otra opción que ceder.
En el debut de la temporada, Kuminga respondió como los grandes: 13 puntos en el tercer cuarto, cuatro triples y un rebote ofensivo clave en el cierre del encuentro frente a Los Angeles Lakers, donde los Warriors se impusieron 119-109. A sus 23 años, el congoleño demostró que está preparado para asumir el desafío de liderar junto a Curry una nueva era dorada.

La tensión estalla en el vestuario: Curry manda, Kerr obedece
No es la primera vez que Steve Kerr debe lidiar con las exigencias de sus estrellas, pero esta vez la situación se tornó más delicada. Según declaraciones del propio técnico, “lo que lo ha frenado (a Kuminga) ha sido lo que nosotros necesitamos frente a lo que él quiere hacer. Nadie puede negar que esto ha sido un problema”. Sin embargo, reconoció también que el jugador ha madurado, entendiendo el balance entre protagonismo individual y rendimiento colectivo.
El respaldo de Curry fue crucial. El base, que no tuvo su mejor noche estadística (23 puntos, 4 asistencias y 3 triples), volvió a ser el alma del equipo, no solo por su liderazgo en la cancha, sino también fuera de ella. De hecho, la decisión de Curry de imponer a Kuminga como titular no es solo un gesto de confianza, sino una estrategia para rejuvenecer a un equipo que empieza a sentir el paso del tiempo. Con Butler aportando intensidad, Green recuperando su rol defensivo y Kerr obligado a reinventar su esquema, los Warriors parecen decididos a pelear una vez más por el trono de la Conferencia Oeste.
Pero mientras el foco mediático estaba sobre Kuminga, Jimmy Butler encendía otra mecha dentro del vestuario. Tras la victoria en el estreno, el exjugador de Miami reveló una apuesta con Draymond Green: superar el porcentaje de tiros libres de Stephen Curry, el mejor tirador de la historia con un 91.1% de efectividad. Kerr, por su parte, intentó calmar las aguas: “Jimmy es un alfa, Steph y Draymond son alfas. No me preocupa el vestuario”. Pero lo cierto es que, entre egos, apuestas y declaraciones cruzadas, los Warriors se enfrentan a una temporada tan prometedora como explosiva.