El fútbol es cruel pero normalmente te da segundas oportunidades. Después de caer en la final del play-off de ascenso a Primera delante del Elche, el Girona arranca este sábado su segunda temporada consecutiva en Segunda División. Lo hará en el Molinón, el estadio del Sporting de Gijón (18:15h), y el objetivo, como el curso pasado, será recuperar su lugar en la categoría reina.
Bajas de peso
El porrazo en la fase final de ascenso fue deportivo pero también económico. A diferencia de la temporada pasada, esta vez el Girona tiene un presupuesto limitado e inferior al de equipos como el Espanyol o el Leganés, hecho que lo ha obligado a desprenderse de algunas de sus piezas clave.
Borja García, el mago del equipo, ha sido traspasado al Huesca, de Primera, mientras que Johan Mojica ha sido cedido al Atalanta para aligerar la masa salarial de la plantilla. Además, hombres que el curso pasado jugaron cedidos en Montilivi como Pablo Maffeo o Ignasi Miquel han vuelto a sus equipos, que los han traspasado a Huesca y Leganés respectivamente.
Maffeo, del Girona al Stuttgart y del Stuttgart al Huesca / EFE
Paralelamente, el club trabaja para vender jugadores como Àlex Gallar o Pape Diamanka, que no cuentan con la confianza de Francisco Rodríguez. Otros, como Àlex Granell —que podría reencontrarse con Pablo Machín y Pere Pons en el Alavés— o Pedro Alcalá, estudian cerrar su etapa en la entidad rojiblanca.
Caras nuevas
La secretaría técnica ecabezada por Quique Cárcel, sin embargo, se ha sabido mover con cierta picardía en el mercado. Sin gastarse ni un euro, el club ha atado a Jordi Calavera, libre después de desvincularse del Eibar, y ha conseguido las cesiones de Enric Franquesa (Villarreal), Monchu (Barça) y Arijanet Muric y Pablo Moreno (Manchester City). Yan Couto, también del equipo inglés —hermano mayor del Girona— podría ser el siguiente en llegar.
Monchu, cedido con opción de compra por el Barça
La noticia más positiva en clave gerundense, sin embargo, es que Cristhian Stuani sigue vistiendo la camiseta rojiblanca. Aunque parecía poco probable que siguiera en Montilivi, el delantero uruguayo, autor de 31 dianas el curso pasado, no ha aceptado ninguna oferta de Primera. Él y Samu Saiz serán los encargados de capitanear el equipo en una temporada más dura que la anterior.