El Barça resolvió el cruce ante Las Palmas (1-0) como tenía que hacerlo: con los tres puntos. Sea como sea, con superioridad numérica durante más de una hora de partido y, cabe remarcar, después de un buen partido a nivel de juego posicional, se esperaba una marcha más por parte de un equipo que solo se tenía que centrar en atacar.

Las Palmas fue prácticamente inofensiva hasta la entrada del talentoso Alberto Moleiro. Incluso con igualdad numérica, Xavi Hernández había imaginado el partido como un duelo por la posesión y no tanto un partido de batallas individuales como, por ejemplo, podría haber sido la vuelta contra el Nápoles. En este sentido, el técnico egarense, de nuevo en la grada de Montjuïc, esta vez cumpliendo ciclo de amonestaciones, dio descanso a uno de los futbolistas que más minutos está acumulando últimamente como lo es Ronald Araujo y apostó por Iñigo Martínez.

Iñigo Martínez Barça / Foto: EFE
Iñigo Martínez, durante un partido con el Barça / Foto: EFE

Iñigo Martínez no tiene un panorama fácil

Sin una referencia ofensiva clara y con la necesidad aparente de un futbolista muy capaz de filtrar balones, además, desde un perfil natural, Xavi se decantó con fundamentos por el vasco. No obstante, y aunque tampoco tuvo mucho trabajo a nivel defensivo, el ex del Athletic Club no estuvo precisamente inspirado en la misión que Xavi le encomendaba principalmente.

Con posesión de balón culé, García Pimienta planteó un partido sin casi espacios. Con una defensa avanzada y un equipo muy corto, prácticamente no había espacios por el carril interior. Este planteamiento llevó los espacios a la espalda de la defensa canaria donde, precisamente, Xavi ya sabía que habría una mina de oro.

Xavi Hernández Celta Barça EFE
Xavi Hernández, durante el Celta-Barça / Foto: EFE

El Barça no se prodigó especialmente en los balones largos, pero Cubarsí y posteriormente Sergi Roberto supieron explotar la espalda de Álex Suárez para, finalmente, encontrar la recompensa en la expulsión de Valles después de su atropello a Raphinha. Iñigo, por su parte, no pudo proyectar muchas veces a un tímido Lamine Yamal, pero, en temporadas como la actual, el vasco necesita cómo nunca demostrar. El caso es que, con la eclosión de Pau Cubarsí, el '5' culé no tiene un lugar asegurado en la plantilla del Barça porque, con Araujo, Kounde, Christensen y el joven gerundense, el Barça ya tiene 4 posibles centrales para la próxima temporada. Iñigo, que tiene una ficha considerablemente más elevada que la de Cubarsí, podría caer para generar espacio salarial. Además, el hecho que llegase gratis y pueda atenuar su salida con un mínimo ingreso también juega en su contra.