El Barça consiguió ayer una victoria clave para seguir en la lucha por la Liga. Raphinha y Joao Félix fueron las estrellas de un equipo que tuvo que sufrir más de lo esperado para ganar a un equipo que estuvo con un jugador menos desde el minuto 24.
El partido, sin embargo, dejó más lecturas aparte del resultado. La primera es que Xavi Hernández, con los jugadores que ahora tiene disponibles, no confía en su banquillo. En un día que tenía que servir para hacer rotaciones, teniendo en cuenta que muchos venían de los compromisos con sus selecciones, con viajes largos, solo descansó Ronald Araujo. En la delantera, repitieron los tres de siempre. Lo que supuso una nueva suplencia para Vitor Roque.
Vitor Roque, sin oportunidades
En la previa al partido, se especulaba con la posibilidad de que el brasileño volviese a ser titular siete partidos después de la última y única vez que salió de inicio. Fue contra el Celta de Vigo, el pasado 17 de febrero. Más de un mes después, el escenario, el rival y las circunstancias de la plantilla permitían al joven delantero soñar con su primera titularidad ante su afición. Pero, una vez más, acabó decepcionado.
Cabe recordar que Roberto Lewandowski venía de jugar los dos partidos con Polonia completos, con una prórroga y una tanda de penaltis en el último duelo por la Repesca de la Eurocopa ante Gales. A pesar de la fatiga mental y física que arrastraba el polaco, siguió siendo la primera opción de Xavi por delante de Vitor Roque.
El Cádiz, un ultimátum para él
Las expectativas de Tigrinho para lo que queda de temporada no son especialmente ilusionantes. La quinta amarilla forzada por Lewandowski ayer supondrá una nueva oportunidad para el brasileño de ser titular ante el Cádiz. Será, seguramente, el único partido en el que podrá ser titular, teniendo en cuenta que, además de los andaluces, los próximos partidos del Barça serán la eliminatoria de Champions contra el Paris Saint-Germain y el Real Madrid.
Si se tienen en cuenta también los precedentes, los minutos que tenga Vitor Roque en el Nuevo Mirandilla pueden ser los únicos que tenga. Si algo ha demostrado Xavi, es que en los partidos importantes no cuenta con la joven promesa ni siquiera para introducirlo como suplente. Una situación que enfada al jugador y que le obliga a plantearse su futuro como blaugrana si el Barça no cambia finalmente de entrenador, como se empieza a hablar en el club. El delantero, que se siente engañado por las falsas promesas de protagonismo cuando fichó en invierno, prefiere irse cedido el próximo año antes que seguir sin oportunidades bajo las órdenes del técnico de Terrassa.