Podía pasar y ha pasado. La UEFA ha anunciado que abre una investigación a Sergio Ramos después de que el central del Real Madrid forzara una tarjeta amarilla contra el Ajax para estar sancionado en el partido de vuelta en el Santiago Bernabéu. Aunque el andaluz en un primer momento disimuló muy bien -su entrada sobre Dolberg no parecía obligada-, posteriormente la pifió en la zona mixta después de reconocer que había buscado la tarjeta para cumplir ciclo de sanciones.

Además, unas imágenes emitidas por el Golazo de Gol demuestran cómo el futbolista se dirige a su banquillo antes de la acción preguntando si debería llevar a cabo la jugada. El problema para Ramos es que la UEFA no permite este tipo de estrategias y ahora el organismo actuará consecuentemente.

Después de su confesión, Ramos escribió un tuit donde aseguraba que no había forzado la amarilla y que "le dolía más que nadie" no poder disputar el partido de vuelta. Unas excusas que, por lo visto, no han convencido a la UEFA.

Si el organismo de fútbol europeo finalmente castiga la jugada de Ramos, el central será sancionado con dos partidos de inhabilitación, hecho que supondría que se perdiera la ida de unos hipotéticos cuartos de final. De hecho, en el club blanco ya hay precedentes de este tipo de resoluciones por parte de la UEFA. El año 2017, Dani Carvajal fue sancionado después de forzar la tarjeta amarilla con la cual cumplía ciclo en el partido de ida de los octavos de final contra el Apoel de Nicosia.