El estadio Ibn Battouta de Tánger, que albergará el próximo 12 de agosto la Supercopa de España entre el Barça y el Sevilla, lleva más de 24 horas sin suministro eléctrico por retrasos en el pago de las facturas. La empresa estatal a cargo de la instalación, Sonarges, tiene pendiente el abono de los recibos de los últimos seis meses, de manera que la operadora local encargada del suministro, Amendis, ha dejado sin luz el estadio mientras no se resuelvan los impagos.

Esta será la primera edición de la historia de la Supercopa de España que se disputa fuera de la Península Ibérica, pero los problemas no han desaparecido con el cambio de país. No obstante, la fuerte movilización de las autoridades nacionales y locales hace que no se prevea que esta situación pueda poner en peligro la disputa de la Supercopa. Fuentes próximas a las empresas aseguran que "eso se acabará resolviendo sí o sí" porque "nadie querrá cargar con un improbable fracaso del acontecimiento".

La que enfrentará al Barça y al Sevilla será la tercera Supercopa europea que se celebrará en el estadio Ibn Battouta de Tánger, que tiene una capacidad de 45.000 espectadores. En el 2011 ya fue la sede del 'Trofeo de los Campeones' francés entre la Marsella y el Lille, mientras que el 2017 fue el escenario de la misma competición. En aquel caso, PSG y Mónaco fueron los equipos que se vieron las caras.