Hace casi doce años, Michael Schumacher, el heptacampeón del mundo de Fórmula 1, sufría un terrible accidente de esquí que cambiaría para siempre su vida. El 29 de diciembre de 2013, en la estación de Méribel, en los Alpes franceses, la cabeza del piloto impactó contra una roca, provocándole una grave lesión cerebral que lo mantuvo nueve meses hospitalizado, seis de los cuales en coma. Desde entonces, la familia del "Káiser" ha mantenido un hermetismo absoluto sobre su estado de salud, generando un halo de misterio que ha durado más de una década.

Las imágenes de Schumacher han sido prácticamente inexistentes desde entonces. Ni siquiera se confirmaron sus posibles presencias en eventos familiares, como la boda de su hija Gina en Mallorca, donde algunos rumores apuntaban a que podría haber estado, aunque nunca se pudo corroborar. La existencia de un guardaespaldas que intentó extorsionar a la familia pidiendo 14 millones de euros a cambio de no filtrar información evidenció aún más la voluntad de la familia de proteger su intimidad.

Michael Schumacher Europa Press
El estado de Michael Schumacher se ha llevado con total hermetismo / Foto: Europa Press

Un pequeño indicio positivo sobre su salud

Recientemente, sin embargo, ha aparecido una pequeña luz de esperanza. Según el periodista de L’Équipe, Stéphane L’Hermitte, Schumacher ha firmado un casco con sus iniciales para un acto benéfico, una evidencia que muchos interpretan como un atisbo de vida. L’Hermitte, sin embargo, no se muestra triunfal y mantiene la cautela: “Es una señal positiva, la primera. Yo diría que no está bien, pero podría estar mejorando. No sabemos nada. Las únicas noticias reales vienen de su familia, y eso siempre es muy importante, porque las noticias que vienen de su familia son las más fiables. Las de fuera, probablemente, no valen mucho", ha asegurado.

Según L’Hermitte, las informaciones sobre su estado actual son mínimas y centradas en sus capacidades básicas: “Sabemos que respira y que interactúa con su familia, pero aparentemente no habla y no lo hemos visto caminar. No diría que está bien, pero quizás se encuentra un poco mejor; las únicas noticias proceden de su entorno”. La cuestión sobre cómo firmó el casco benéfico aún genera especulación: “¿Cómo se lo hizo para firmarlo? ¿Su esposa le cogió la mano? No hay certeza, pero es la primera vez que tenemos una señal positiva de él, casi una prueba de vida", ha explicado.

"La situación es muy triste"

El periodista Felix Gorner declaró en marzo de este año: “La situación es muy triste. Necesita cuidados constantes y depende completamente de quienes lo atienden. Ya no puede expresarse verbalmente", aseguró. Actualmente, Schumacher reside en Mallorca, bajo un estricto control médico y supervisión continua, con su familia siempre cerca. El próximo enero cumplirá 57 años, y aunque su vida ha cambiado radicalmente, estos pequeños gestos, como la firma del casco benéfico, parecen ofrecer un rayo de esperanza a sus seguidores y al mundo del automovilismo.