Esta temporada, las expectativas sobre Ronald Araújo eran muy altas. Tras un año complicado, el defensor uruguayo debía consolidarse como referente en la zaga del Barça. Sin embargo, la realidad es otra: los problemas se acumulan dentro y fuera del campo.
Para Xavi Hernández, Araújo era una pieza imprescindible. Jugador con proyección internacional, antes era un defensor dominante, temido por su contundencia y liderazgo. Sin embargo, la llegada de Hans-Dieter Flick cambió su panorama. Araújo perdió la titularidad y quedó detrás de Eric García y Christensen en la rotación. La falta de minutos afectó a su ritmo y su confianza. Esta situación generó tensiones en su rendimiento, y también fuera del club.

Araújo sigue sin ser la primera opción para Hansi Flick
La salida de Íñigo Martínez, fichado por el Al-Nassr, parecía abrirle la puerta a más protagonismo. Joan Laporta y Deco le retiraron el cartel de transferible, asegurando que tendría más oportunidades. Pero el paso de los partidos demostró que las suplencias seguían siendo frecuentes. Araújo, que aspiraba a liderar la defensa, sigue relegado.
El problema no se limita al Barça. Año de Mundial, su falta de continuidad pone en riesgo su rol con Uruguay. Cada partido que no juega en el conjunto azulgrana repercute en su selección. La presión se acumula y la tensión se refleja en su estado anímico. Ahora debe demostrar que la irregularidad es solo un bache y que su talento sigue intacto. Y la presión es máxima.
En el Barça esperan que recupere su mejor versión
Las lesiones también han pasado factura. Araújo mantiene su potencial, pero su condición física y la intensidad en los duelos se ven afectadas. La irregularidad de la pasada temporada y la falta de ritmo se combinan para complicar su recuperación plena. Cada error se magnifica, cada acierto pasa desapercibido.

En el Barça, todos esperan que recupere su nivel. La defensa necesita solidez, y Araújo puede ser clave. El centro de la defensa todavía no transmite seguridad total. Y en el Barça cruzan los dedos para que el uruguayo recupere su capacidad de anticipación, velocidad y fortaleza física.
Además, su situación psicológica es delicada. Araújo vive un momento complicado en lo personal. La combinación de suplencias, expectativas y el año de Mundial le exige madurez y concentración. Recuperar su confianza será vital para retomar la regularidad y ser uno de los capitanes del proyecto blaugrana.