El Barcelona atraviesa una etapa de tensión interna. La goleada en Sevilla (4-1) ha sido la chispa que ha encendido una situación que venía gestándose desde hace semanas. En el vestuario hay malestar con Ronald Araújo, un futbolista que antes era intocable, pero que hoy se ha convertido en motivo de conflicto. Algunos compañeros están cansados de sus errores, de su exceso de ímpetu y de la sensación constante de estar jugando con uno menos.
El central uruguayo fue durante la etapa de Xavi Hernández uno de los referentes del equipo. Capitán, líder y símbolo de carácter. Pero con Hansi Flick, su figura ha perdido fuerza. El técnico alemán no confía en su salida de balón ni en su capacidad para adaptarse a un sistema de presión alta y juego rápido. Flick lo considera lento en la toma de decisiones y torpe con la pelota. En su libreta, Araújo ha pasado de ser un imprescindible a un jugador solo útil en las rotaciones o en situaciones de emergencia.
Ronald Araújo, otra vez retratado
El problema es que, cuando juega, sus actuaciones suelen acabar mal. Errores groseros, pérdidas evitables o faltas innecesarias que cuestan goles. En Sevilla volvió a hacerlo. Puede que, para muchos, no fuera penalti. Pero lo cierto es que Araújo podría haberse ahorrado tanto contacto con el jugador del Sevilla en el penalti que abrió el marcador para los andaluces. El resultado: un penalti evitable que cambió el rumbo del partido. El mismo comentario se repetía después del partido: “Otra vez él”. Algunos incluso lo dicen sin tapujos: “Con Ronald, jugamos con diez”.
La desconfianza no es nueva. Ya la temporada pasada fue severamente criticado tras sus actuaciones en partidos clave. En el Signal Iduna Park frente al Borussia Dortmund, cometió un error de bulto que costó un gol decisivo. En San Siro, ante el Inter de Milán, volvió a quedar retratado en dos acciones que definieron el encuentro. Y si echamos la vista todavía más atrás, en la memoria de muchos está la entrada por detrás a Barcola en los cuartos de final de la Champions contra el PSG, que terminó con su expulsión directa cuando el Barça iba ganando con dos goles de ventaja en el marcador global. Una tarjeta roja que condicionó todo el partido y llevó al entonces equipo de Xavi a perder la eliminatoria.
Con Araújo llueve sobre mojado
Dentro del vestuario, los ánimos están caldeados. Algunos jugadores consideran que su impulsividad y su tendencia a arriesgar demasiado perjudican al equipo. Otros creen que, por su condición de capitán, debería dar ejemplo de serenidad y no de nerviosismo constante.
Flick, por su parte, intenta contener la situación. No quiere un incendio mayor, pero es consciente de que Araújo ha perdido autoridad. El alemán valora su entrega, pero necesita un central fiable, técnico y disciplinado, algo que Ronald no está ofreciendo.
La pregunta es cuánto tiempo más podrá sostenerse esta situación. En el club empiezan a asumir que, si no cambia radicalmente, el uruguayo podría salir el próximo verano. Lo que antes era un pilar, hoy es una fuente de problemas. Y en el Barça muchos ya piensan que, con Araújo en el campo, el equipo juega con diez.