Los Minnesota Timberwolves han cerrado el traspaso del base Ricky Rubio a los Utah Jazz a cambio de recibir los derechos de primera ronda del draft que poseen los Oklahoma City Thunder.

Después de seis temporadas con los Wolves, Rubio, de 26 años, al final no ha podido establecerse como el base completo que buscaba el equipo y aunque la segunda mitad de la pasada liga completó su mejor juego, los problemas con el ataque le han costado la salida de la franquicia.

La llegada del escolta-alero Jimmy Butler, como nueva estrella de los Timberwolves, hizo que la continuidad de Rubio quedase cuestionada.

Los dos equipos ya han confirmado el traspaso a nivel oficial y Ricky empezará la próxima temporada con otra camiseta para ocupar el puesto de titular que dejará el base George Hill, que, a partir de este sábado, se convertirá en agente libre sin restricciones, tras completar solo una temporada en Utah.

Rubio, a pesar de la poca producción ofensiva que ha tenido, se ha establecido como uno de los mejores bases pasadores que hay en la NBA, además de dirigir con gran acierto el juego del resto de los compañeros, sin cometer perdidas de balón. Los Timberwolves destacaron en la recta final de la pasada temporada en parte al mayor acierto ofensivo de Rubio y a la gran dirección que tuvo en el juego.

Aunque no se le ha mencionado demasiado en el apartado defensivo, Rubio, con el entrenador Tom Thibodeau, fue también uno de los mejores de la franquicia. Solamente Chris Paul, nuevo base de los Houston Rockets, y Patrick Beverley, que deja al equipo tejano para irse con Los Angeles Clippers, fueron más consistentes que Rubio en defensa.

Rubio concluyó la pasada temporada con promedios de 11,1 puntos; 9,1 asistencias; 4,1 rebotes y 32,9 minutos en los 75 partidos que jugó, todos como titular.

Muchos consideran que los problemas de Rubio en ataque son más mentales que de la gran calidad que tiene para ser también brillante en los tiros a canasta. Lo demostró la pasada temporada después del 'All-star' cuando logró promedios de 16,0 puntos y 10,5 asistencias, además de tener un 42% de acierto en los tiros de campo. Y es que el jugador de El Masnou está considerado como el noveno mejor base que hay actualmente en la NBA de acuerdo a la cadena de televisión ESPN.